Los Deportimayos han contado este año con la presencia de la lluvia. Al inicio de las actividades, pasadas las cinco de la tarde, han comenzado a caer las primeras gotas. Incluso se ha llegado a pensar en suspender el evento ya que pasaban los minutos y la precipitación continuaba. De hecho, en algunos momentos parecía ir a más.
Finalmente, con la música en silencio y los hinchables medio desinflados porque se habían apagado las máquinas mientras continuaba cayendo el agua, ha dejado de llover y todo ha vuelto a la vida. Los niños y sus padres han salido de debajo de los aleros de los edificios y de las carpas donde habían buscado refugio para evitar mojarse. Han desaparecido los paraguas y la algarabía de los pequeños ha vuelto a las diferentes actividades.
Así, bajo un cielo de nubes y con algunas gotas cayendo de vez en cuando, se han celebrado este año los Deportimayos, una de las últimas citas de la Fiesta de Los Mayos, que ya tuvo que retrasarse la pasada semana también ante la previsión de precipitacines.