El Gobierno regional pone en valor los antiguos bancales de cultivo de Sierra Espuña al avanzar en su protección y recuperación, con el fin de mantener su patrimonio cultural, y contribuir a la preservación de la flora y la fauna autóctona y su biodiversidad.
La actuación, con un presupuesto de 47.820 euros, inversión cofinanciada entre Fondos FEDER (60 por ciento) y fondos propios (40 por ciento), permitirá mejorar y diversificar el hábitat de la fauna silvestre presente en el parque, al tiempo que se conserva y recupera un patrimonio agrícola tradicional y se previene la degradación y erosión del suelo.
El cultivo en un bancal tradicional consiste en la nivelación artificial en terrenos con mayor o menor pendiente con el objetivo de mantener una superficie de tierra cultivable, y que se caracteriza por la utilización de muros de contención realizados en piedra. Este método permite no solo aumentar la superficie cultivable en los terrenos laderados, sino también la conservación del suelo. En Sierra Espuña una parte importante de los abancalamientos está en proceso de abandono, lo que supone un riesgo creciente de deterioro y erosión del suelo.
“La recuperación y rehabilitación de estos bancales también implica reimpulsar las prácticas de cultivo tradicionales y el mantenimiento de una actividad agrícola de conservación, al mismo tiempo que se revaloriza la estética del paisaje”, explicó la secretaria autonómica de Energía, Sostenibilidad y Acción Climática, María Cruz Ferreira. Además, este reservorio de biodiversidad cobra especial importancia para la flora como también para determinados grupos faunísticos sensibles a la alteración de hábitats agrícolas, como los anfibios, quirópteros o invertebrados, entre otros.
Así, en el ámbito de la biodiversidad, los trabajos mejorarán los hábitats de conejos, para favorecer su reproducción y así aumentar y atraer diferentes especies depredadoras. También se repararán antiguos cuerpos de agua y se crearán nuevos en los entornos agrícolas para mejorar los hábitats de la fauna, cuyo seguimiento será monitorizado con la instalación de cámaras. Las actuaciones se centrarán en las áreas del Vivero de la Bermeja, Hoya del Carbón y Abuznel, y en el caso de reposición de vallados, estos contarán con señalización para evitar choques de aves contra ellos.