La puerta del Ayuntamiento ha sido escenario este jueves del acto de lectura del manifiesto por el Día Internacional contra la Violencia de Género. La alcaldesa Mariola Guevara ha asistido al acto junto a las concejalas Nani Navarro y Eva Sánchez, en el que ha participado un nutrido grupo de alhameños entre los que también se encontraban la concejal de Izquierda Unida, Isabel Campos, y el concejal del Partido Popular, Diego Sánchez.
La lectura del manifiesto ha estado acompañada de los alumnos de los IES Valle de Leiva y el IES Miguel Hernández quienes han leído las frases escritas en sus pancartas en favor del empoderamiento femenino y en contra de la violencia machista.
Una lacra en la que los jóvenes tienen todo el papel protagonista para evitar que se perpetúe. Así lo ha destacado la edil de Igualdad, Nani Navarro, quien ha recordado que Murcia no es ajena a este problema.
Para finalizar el acto, los estudiantes han plantado sus carteles en los parterres de la Plaza de la Constitución, plantando la semilla para un futuro sin violencia ni asesinatos machistas.
A continuación el manifiesto leído por la poetisa Magdalena Sánchez Blesa este jueves por el Día Internacional contra la Violencia Machista.
"Soy bastante difícil, te lo advierto,
y es complicado encontrar a quien me quiera
porque no quiero una flor en mi mesilla,
quiero la primavera.
He querido comenzar así mi manifiesto para todas aquellas mujeres de Alhama que estén viviendo en un trance delicado con su pareja y en mi humilde alcance a las mujeres del mundo que exijan de una vez por todas la primavera.
Ya está bien de soportar. Hemos venido a este mundo a amar y a que se nos ame. Hemos venido a ser libres, no a ser la posesión de nadie.
He oído demasiadas veces estas frases: "Si me voy, me mata"; "Me da lástima dejarlo solo"; "Le hablo porque ya es mayor, pero menuda vida nos ha dado"...
Debe ser demasiado triste que te tengan que soportar, debe ser demasiado triste llegar a casa y que nadie te esté esperando, debe ser demasiado triste que se escondan de ti, que alguien no tenga gana de que llegues a casa temprano para que no la líes antes, debe ser demasiado triste que alguien te tenga miedo, que tiemble al verte...
Debe ser muy triste obligar a alguien a que te quiera. El amor se gana, no se impone, no se obliga, no se exije, no se compra.
El amor es lo más bello que le puede pasar a alguien cuando sin pedirlo, se lo entregan.
Me dirijo a este hombre que piensa todavía que una mujer es suya. De veras que lo siento, pues viniste a este mundo con la opción de ser grande, pero veo que te quedas con la de ser pequeño.
Ya está bien de soportar a esos hombres machistas que en la calle son maravillosos y en casa tienen a su familia amedrentada, castigada, amenazada.
Por pocas que sean, hay demasiadas mujeres con miedo. Perded el miedo desde ya. Buscad la libertad, la felicidad.
La vida, hasta donde sabemos, es hoy y es esta. No os la perdáis siendo la pertenencia de alguien.
La confianza y la fidelidad se labran, se ganan, se trabaja igual que una tierra, igual que un edificio, se construye. Y quien no se lo gana, no tiene derecho a exigirlo porque la confianza y la fidelidad se regalan.
Y no tenéis la obligación, mujeres, de entregar lo que no os apetece. Sed vuestras. Sed libres. Sed felices.
Ni un día más veáis vuestra situación de pareja un obstáculo, una condena, una pesadilla, un tormento, una carga, una muerte... Hay otra vida y os la merecéis.
¡Qué injusticia que los hijos estén pagando las consecuencias de la violencia machista. Los niños deben estar siempre al margen de los problemas de pareja. Dejemos que los niños sean felices toda su infancia.
No merecen ser el punto de mira y el chantaje de los maltratadores.
Muchas mujeres tienen miedo de que sus hijos se vean salpicados y, por eso, soportan su relación siendo sumisas porque quieren preservar y proteger a los más pequeños.
Amigos, no os perdáis la sensación de recibir todos los abrazos y todos los besos que se os den desde la libertad porque es la sensación más hermosa del mundo. No os perdáis una sonrisa amplia y grande de pura felicidad cuando os encontréis con vuestra pareja.
Cuánto más bonito será que nadie se deje el corazón afuera.
Si alguna vez entrase en casa
y me he dejado el corazón afuera;
si olvido preguntarte por tus cosas
y subo sin besarte la escalera;
si vives más mi vida que la tuya;
si escondo la sonrisa tras mis dientes
y corro por las prisas de la vida
y olvido que tus labios son urgentes;
si no bailo contigo en la cocina
y no salgo con un cazamariposas
a bajarte la luna más brillante,
a cazarte la luna más hermosa;
si me he dejado el corazón afuera
y no te canto dulce en el oído;
si puede más mi enfado que mi olvido;
si tengo más pasado que futuro;
si llego a nuestra casa con desgana
y no busco tus ojos lo primero;
si no pongo un imán en la nevera
con una carta que te eleve al cielo;
si me he dejado el corazón afuera,
Ayúdame a buscarlo, te lo ruego,
que quisiera vivirte cuando toca
y no dejar tu vida para luego.
Amigas, no consintáis que los hombres machistas que viven a vuestro lado se dejen el corazón afuera porque no queremos una flor en la mesilla, queremos la primavera. Y la queremos hoy. Hoy. Mañana no existe. Mañana es un cuento.
Hoy les digo a mis hijos todas las mañanas cuando se despiertan y les doy un beso.
Hoy les digo a mis hijos:
"Salid a la calle sin rabia, sin miedo,
con tanta alegría que dé gloria veros.
Salid a la calle sencillos y honestos".
Mañana no existe, mañana es mentira.
Quizá la mentira más grande del mundo.
Quizá la más grave del hondo universo.
Si algún enemigo tenéis hoy en la Tierra, id a buscarlo,
cogedlo del pecho y dadle un abrazo tan grande, tan grande,
que el mismo planeta se quede pequeño.
Pero hoy les digo:
"Mañana es un sitio que no construyeron.
Hoy mismo, hijos míos, quitáos la rabia y los celos,
que yo no me entere que estáis esperando que llegue mañana.
Hoy mismo, pequeños".
En ese poema quise hacerles ver a mis hijos que desde hoy mismo se quiten los celos de la cabeza porque traen las mayores desgracias a los hogares. Hacen ver cosas donde no hay, te vuelven esclavo de la venganza, del odio. Son tan peligrosos como la droga y desquician y enloquecen al ser humano.
Vivid en paz, con la serenidad por bandera.
Jóvenes, que hoy me estáis oyendo, vivid felices y plantad la primavera donde vayáis porque todos merecemos el amor y es a lo que hemos venido a este mundo.
Cuando vengas al mundo no consientas a nadie que se duerma a tu lado sin haberte querido, no consientas a nadie cuando vengas al mundo que despierte a tu lado si no soñó contigo.
No quiero vivir en paz, quiero ser la paz. Llenemos de armonía, de serenidad, de respeto los hogares.
Miremos mucho, jóvenes, por nuestro padre, por nuestra madre, pero hoy nos centramos en la madre, especialmente porque ella merece todo.
Merezco un abrazo conforme amanezca
y si se cerrara la noche por siempre
merezco un abrazo con todas tus fuerzas.
Merezco la risa más amplia del mundo,
estrenar la vida cada vez que llegas.
Merezco el 'te quiero' más noble que encuentres
escrito en colores de repente en mi puerta
y un beso infinito
y un cuento bonito para que me duerma.
Merezco tus manos trenzando las mías.
Merezco que lleguen a un sitio mis días.
Merezco que el mundo detenga su guerra.
Levanten su copa, inventen un brindis por mí
que merezco que la gente me quiera".
Y ahora voy a recitaros ese poema que hice en la puerta de casa para enseñar a mis pequeños, desde ya, que a la vida hay que tenerle un respeto muy especial, a cada ser vivo que habite la Tierra.
'Instrucciones a mis hijos' y que desde la cuna nuestros pequeños empiecen a darse cuenta de que había un mundo mucho mejor y quise que fuera para ellos un atajo hacia la felicidad porque se llega mucho antes.
Jamás un conato de daros la vuelta.
Jamás una huida, por muchos que sean.
Jamás ningún miedo.
Y si acaso os diera, jamás os lo noten,
que no se den cuenta.
Jamás un 'me rindo' si no tenéis fuerzas
aunque fuese a gatas, llegad a la meta,
que nadie os acuse...
¡miradme a la cara!
que nadie os acuse de dejar a medias
un sueño imposible, si es que los hubiera.
Yo, no los conozco
y mira que llevo sueños a cuestas.
Jamás. Y os lo digo como una sentencia,
¡miradme a la cara!
Jamás en la vida paséis al lado de cualquier persona sin una sonrisa.
No hay nadie en el mundo, que no la merezca.
Hacedle la vida más fácil,
¡miradme!
A cada ser vivo que habite la Tierra.
Jamás se os olvide que en el mundo hay guerra
por pasar de largo sin gloria ni pena delante de un hombre
y no preguntarnos qué sueño le inquieta,
qué historia lo empuja,
qué pena lo envuelve,
qué miedo lo para,
qué madre lo tuvo,
qué abrazo le falta,
qué rabia lo ronda
o qué envidia lo apresa.
Jamás, y os lo digo faltándome fuerzas,
si el mundo se para,
os quedéis sentados viendo la manera
de que otro lo empuje.
Remangáos el alma.
Sed palanca y rueda.
Tirad de la vida vuestra y de la de quien sea.
Que os falte camino.
Perded la pelea contra los enanos,
no seáis los primeros
que os ganen aquellos que no tienen piernas.
No sabedlo todo.
Dejad que contesten, los que menos sepan.
Las manos, bien grandes, las puertas, abiertas,
anchos los abrazos, fuera las fronteras.
Hablad un idioma claro, que se entienda.
Si estrecháis la mano, hacedlo con fuerza,
mirando a los ojos, dejando una huella.
Prestad vuestra vida, regaladla entera
que a nadie le falte ni una gota de ella.
Cantad, que cantando la vida es más bella.
Y jamás -os hablo desde donde nazca
el último soplo de vida que tenga-
jamás una huida
por muchos que sean".
Si (
No(
