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De fiestas y policías

De fiestas y policías

Analicemos las circunstancias y alrededores de la riña multitudinaria que sucedió en la madrugada de Nochevieja en las cercanías de la carpa que el Ayuntamiento había habilitado para la celebración de una fiesta hasta las 7 de la mañana

A nadie le gusta que en su entorno se produzcan altercados violentos. Una vez que ocurren, todos los deploramos y condenamos. Sin embargo, cuando suceden, es importante analizar su entorno, sus posibles causas y la forma en la que se podrían haber o no evitado. Especialmente si, como parece ser que está ocurriendo en Alhama, va aumentando la frecuencia en la que se producen este tipo de incidentes.

Analicemos, pues, las circunstancias y alrededores de la riña multitudinaria que sucedió en la madrugada de Nochevieja en las cercanías de la carpa que el Ayuntamiento había habilitado para la celebración de una fiesta hasta las 7 de la mañana.

Lo primero que podríamos comentar es la incoherencia municipal de impedir la apertura de nuevos bares “con licencia especial” (es decir, que puedan poner música en su interior) y restringir fuertemente el uso de terrazas por parte de los pocos que existen, pero habilitar carpas exteriores, sin ningún tipo de amortiguación acústica, y con extensión de horario de apertura, para la realización de fiestas presumiblemente multitudinarias y ruidosas, pero dejémoslo ahí.

Volvamos a la seguridad. Evidentemente, que se produzca una riña multitudinaria, que una víctima acabe en el hospital y que no haya detenidos, es un fallo de seguridad. ¿De quién era responsabilidad esta seguridad?. La de la carpa, era responsabilidad del Ayuntamiento, que se comprometió con el bar que se hizo cargo de barra y música a proporcionársela. La del exterior de la carpa, de policía local y guardia civil.

Actualmente, el número de policías locales de la localidad se ha reducido tanto que en Nochevieja solo había de servicio una pareja. Tampoco se solicitó a Delegación de Gobierno ningún tipo de refuerzo o ayuda. Sabiendo el concejal de Policía que no dispone de efectivos suficientes para garantizar la seguridad en la calle durante la Nochevieja con las previsiones normales de fiestas privadas y las de los pocos bares que quedan en condiciones de hacerlas en Alhama ¿Cómo permite la realización de un evento masivo al aire libre en esa fecha tan complicada? Al fin y al cabo, tampoco es que se hubiese anunciado con antelación ni mucho menos, la celebración de la fiesta tenía toda la pinta de una de las “ideas de última hora” a las que nos tiene acostumbrados nuestro Ayuntamiento. (Y si tan imprescindible era la realización de la fiesta, ¿por qué no se dispusieron los turnos o la seguridad privada suficiente?).

Señor Felipe García Prudencio, la cabeza está para pensar, no para llevar la gorra.

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