Una historia dentro del coche...

El otro día dejé a mis hijos en el instituto como cada mañana. Mis dos mayores, Jesús y Julia. Los miré andar de espaldas y me encantó su manera de irse, despacito, hablando entre ellos, con el peso de sus mochilas en la espalda, sonriéndose en su conversación. Nobles, cariñosos...Superando con su madre un cáncer de mama, pero todos ya más fuertes.

Todos ya recuperando el pelo y la vida de nuevo. Porque en casa se nos cayó el pelo a todos. Todos tuvimos náuseas y a todos nos han quedado secuelas.

!Qué mayores se me han hecho!.

Seguí mirándolos y se fueron haciendo pequeñitos en la distancia. -parece que hemos tenido suerte, hijos, pensaba dentro del coche. Y seguí disfrutando de sus andares desde lejos. Me sabe a poco contemplar a mis hijos después de tanta incertidumbre...

De pronto, volví a la realidad porque oí el claxon de dos coches a los que estaba entorpeciendo en la calle.

Me apuré mucho, estaban detenidos por mí, mientras yo recordaba un año duro.

Llegué después a un semaforo en rojo y el conductor miraba a su izquierda sin darse cuenta de que ya llevaba unos segundos en verde. Le iba a pitar pero pensé de pronto: -¿qué historia irá dentro de ese coche?...