Con el orgullo del primer día a pesar de que han trascurrido décadas desde que sus motores rugieron por primera vez. Los 'abuelos' de nuestro parque móvil siguen circulando con soltura por nuestras carreteras. Algunos comenzaron a rodar cuando aún no era habitual que el asfalto formara parte de nuestras vías de comunicación. Ése es el caso, al menos, de un viejo Citröen que llegó a España por carretera desde Francia cuando sólo faltaban unos días para que comenzara la Guerra Civil. El sábado este vehículo fue uno del centenar de joyas sobre ruedas que acudió a la I Concentración de Vehículos Clásicos de La Costera, organizada por la comisión de fiestas de la pedanía.
Desde turismos con un par de décadas a sus espaldas a otros nacidos durante el boom industrial vivido en nuestro país hace más de medio siglo, todos estos automóviles invitaban a los espectadores a buscar entre los recuerdos, sobre todo en los de aquellos con más de 40 años y que llegaron a verlos circular y viajaron en ellos cuando eran niños.
Ruta panorámica
Los vehículos comenzaron a llegar a La Costera a las 18:30 horas. En los minutos iniciales, la concentración sólo atrajo a tres turismos. Sin embargo, poco después y hasta las 20:00 horas no dejaron de llegar automóviles. Desde la carretera principal y hasta la pista deportiva de la parte superior de la pedanía, no quedaba una sola plaza donde poder estacionar. Incluso, algunos participantes en la concentración tuvieron que aparcar sus vehículos en un descampado próximo.
A esa hora, todos los turismos, varios todoterrenos y alguna furgoneta ya estaban listos para participar en la ruta panorámica. Sin embargo, antes de su inicio, el cronista oficial de Alhama, José Baños, ofreció una charla con el título de 'La Costera de Alhama, su historia y paisajes'.
Entre los asistentes a la concentración, se encontraban unas decenas de miembros del Moto Club Custom Alhama, que acudieron con sus motos y vestidos con sus prendas características. Además, la Comisión de Fiestas también realizó una convocatoria para que artesanos acudieran con sus productos a la pedanía.