La voz de los vecinos y de las asociaciones se escuchará más en las asambleas de la Junta Local de Participación Ciudadana que se realicen a partir de ahora. El alcalde Diego Conesa aceptó ayer la propuesta de varios representantes de asociaciones que expresaron sus quejas por no haber podido intervenir en la reunión de una manera más fluida dado que la mayor parte del tiempo la palabra estuvo en posesión de los miembros del Ejecutivo local.
"No tenemos ningún inconveniente en realizar una segunda convocatoria en el que el único punto del día sea la valoración por parte de los colectivos que han participado en los Presupuestos Participativos para que hagan su valoracion, que todo el mundo les escuche", afirmó Conesa. De hecho, esas intervenciones de los vecinos y de los representantes de las asociaciones serán tenidas en cuenta para tomar decisiones, señaló el alcalde.
Antes de la adopción de ese acuerdo, el edil de Participación Ciudadana, Antonio José Caja, había ido describiendo el grado de ejecución de cada uno de los proyectos contemplados en los Presupuestos Participativos. Caja reconoció que el Equipo de Gobierno podía haber pecado de "euforia" y aceptó "autoflajelarse" por las dificultades en la ejecución de algunos proyectos. "Autoflajelarse está bien, pero si le damos los demás, es más efectivo", contestó con fina ironía Juan Romero, edil de Izquierda Unida. Precisamente, los Presupuestos Participativos son el resultado de una propuesta de esta formación política. Entre otras cosas, Romero reprochó a Caja que desde la anterior reunión en abril de 2017 no se hubiera realizado ninguna otra.
"Nos lanzamos a la piscina"
"No nos esperábamos tan buenos resultados. Nos lanzamos a la piscina y dijimos: vamos a hacer más de lo que nos hemos comprometido aprovechando la salud presupuestaria. Pero luego hemos chocado con esa realidad administrativa de hacer un proyecto, ejecutarlo...", se justificó Caja. El resultado de esa experiencia es que a partir de ahora los proyectos se ejecutarán en dos años. "Creemos que no es viable acometer unos Presupuestos Participativos en un año con el trabajo que llevan, con la necesidad de sacar a los vecinos a la calle, hacer reuniones...", argumentó el edil.
Además, ahora está previsto financiar esos proyectos con el superávit presupuestario de cada ejercicio. El equipo de Gobierno espera cerrar este año con un balance positivo de 800.000 euros. El compromiso político es destinar el 50% de esa cantidad a los Presupuestos Participativos. De hecho, es una suma muy similar a la que finalmente ha necesitado la totalidad de los proyectos previstos en la primera edición. Inicialmente sólo se había contemplado una partida de 160.000 euros, pero despues la "euforia" llevó al equipo del Gobierno a aceptar peticiones de los vecinos por encima de esa suma. Incluso se han ejecutado proyectos que se han considerado importantes aunque no recibieron un gran apoyo ciudadano.
Los próximos, en septiembre
"Proponemos unos Presupuestos Participativos de 400.000 euros; abrir el proceso en septiembre y cerrarlo en diciembre de 2018; que se empiecen a ejecutar en febrero o marzo de 2019. Y los proyectos que no se puedan financiar con el superavit de este año, que se incluyan en los presupuestos ordinarios de 2019 y 2020", explicó Caja. La idea del equipo de Gobierno es plantear proyectos a dos años, con mayor dotación económica y para inversiones de mayor envergadura.
Este planteamiento, reconoció Caja, pueden chocar con el hecho de que a mediados de 2019 se celebrarán elecciones municipales. Sin embargo, en su opinión, los Presupuestos Participativos deben ser "una especie de mandato de los vecinos" para que los proyectos continúen con independencia de quién gobierne.
Antes de fin de año
El edil de Participación confía en que más del 90% de los actuales Presupuestos Participativos esté ejecutado en septiembre o octubre, antes de plantear los siguientes a realizar en 2019-20. Y que esté finalizado el 100% al concluir 2018.
"Tenían que estar terminados en 2017 y van a estar terminados un año después", reconoció Caja. Para justificar el retraso, aludió a la nueva ley de contratos. Sin embargo, Francisco Cánovas, responsable del partido político Ciudadanos indicó al edil que esa normativa no había entrado en vigor hasta marzo de 2018. Además, acusó a Caja de aprovechar el acto para realizar un mitin político, restando protagonismo a las asociaciones y a los ciudadanos.
"Las manos dan para lo que dan"
En relación al retraso, Caja también señaló como causa del mismo la falta de recursos humanos. "Los técnicos son los que son y las manos dan para lo que dan", indicó. Además del "sobredimensionamiento" al que el propio equipo de Gobierno sometió los Presupuestos Participativos al aceptar más proyectos de los inicialmente previstos realizar con los 160.000 euros presupuestados. De hecho, sólo las obras en el Auditorio Municipal Tierno Galván ya superan por sí mismas los 110.000 euros contemplados para todos los proyectos en el municipio.
Caja reconoció que el equipo de Gobierno estuvo valorando la posibilidad de demoler esa infraestructura. Sin embargo, el gran apoyo ciudadano que obtuvo la propuesta para su remodelación no sólo hizo descartar la idea de echar abajo el Auditorio sino que se fue más allá de la petición de los vecinos. En esta decisión tuvo gran peso la valoración de los técnicos, que lejos de aceptar "arreglar un poco la cara" al Auditorio, indicaron que era necesario empezar por las reparaciones en las gradas. El resultado: un proyecto de 132.000 euros.
Además, entre las 167 propuestas sometidas a la valoración de los ciudadanos, las que consiguieron mayor respaldo estaban la renovación de las áreas de juegos infantiles en los parques (40.000 euros), mejorar la eficiencia energética de la piscina cubierta, abrir las pistas de los colegios fuera del horario lectivo, instalar proyectores más eficientes para iluminar el Castillo, instalar una pista multideportes en el Parque Francisco Rabal, colocar cajas nido en edificios municipales y árboles de gran porte, iluminar la Avenida de Los Secanos (conocida popularmente como ruta del colesterol), reformar el parque canino...
Esos proyectos, sólo en el municipio. Además, en pedanías se ha recuperado la senda histórica de Alhama a Gebas, se ha instalado una marquesina de autobús en el Condado de Alhama y está prevista colocar otra en Las Cañadas cuando se solucionen unos problemas burocráticos, se han dotado a todas las pedanías con desfibriladores y se están realizando cursos para instruir a los vecinos sobre su funcionamiento y se han instalado 42 nuevos puntos de luz en La Costera.
Además, está previsto adjudicar por 75.000 euros en encauzamiento de las aguas de lluvia en El Berro.
En cambio, finalmente La Costera no contará con un punto limpio ya que la cesión de terreno prevista no se va a llevar a cabo.
Finalmente, en el apartado de programas de actuación, se ha llevado a cabo la campaña PMR de Movilidad Reducida. Está pendiente de ejecutar el programa de promoción de la bicicleta como medio de transporte, que cuenta con 6.000 euros de presupuesto, y el programa de formación medioambiental de la Policía Local.
"Han sido unos Presupuestos Participativos muy ambiciosos. No esperábamos tan buenos resultados de participación y quizás, en ese momento de euforia, nos lanzamos a la piscina", reconoció ayer un Antonio José Caja dispuesto a "autoflagelarse", pero sólo un poco y sin la intensidad que habría querido aplicar al látigo Francisco Cánovas, responsable de Ciudadanos, si hubiera tenido oportunidad de hacerlo.