Su ineficacia al mando de la Delegación se ha traducido en enfrentamientos, como los sufridos por agricultores y estudiantes en manifestaciones, y en un cargo del que hoy se aparta por no dar la talla.
Otra dirigente del PSOE que abandonó Alhama tras perder la mayoría absoluta, dejando proyectos a medias y decisiones caprichosas que seguimos pagando.
Lleva años repitiendo que su verdadera pasión es la enseñanza, aunque no ha ejercido en la última década. Quizá sea momento de volver a ella, porque en política, tanto en Alhama como en la Región, no ha logrado nada provechoso.
En Alhama hemos tenido ya dos delegados del Gobierno y ninguno ha defendido los intereses de nuestro pueblo. Muy al contrario: se cerró el cuartel de la Guardia Civil por las tardes y se redujeron recursos básicos como represalia política.
La realidad es clara: si hubiera cumplido con su responsabilidad, no la apartarían de su puesto. Pero hoy la destituyen por incapacidad, confirmando que su gestión ha sido un fracaso.
Los alhameños merecemos gobernantes que piensen en las personas, no en los colores políticos.