Creen que de esta manera será más difícil que cada mes se produzcan esas discusiones subidas de tono tan frecuentes últimamente. Afirman que abrazar es un acto terapéutico que beneficia tanto a nivel físico como psíquico. Al menos, así lo indican algunos estudios experimentales, que señalan que los abrazos aumentan los niveles de oxitocina, la conocida como 'hormona de la felicidad' cuyos efectos en el sistema nervioso se relacionan con sentimientos de felicidad y calma.
Sin embargo, para conseguir tales resultados, el abrazo debe ser sincero, algo que será difícil de verificar. Por eso proponen que al menos dure un mínimo de cinco segundos. De esta manera, los concejales se irían abrazando por grupos y el secretario sería el encargado de constatar que se prolongan durante ese tiempo.
José Antonio Gómez y Miguel Ángel Marín estarán esta mañana en la puerta del Mercado Público para recoger firmas. Confian que así salga adelante su iniciativa y no caiga en saco roto como aquella otra que plantearon hace meses en el Pleno para cambiar el nombre de la Avenida Juan Carlos I.