Tribunales

Iba borracho, en zigzag y en dirección contraria, pero dice ser inocente

Niega que llegara en ciclomotor al bar donde fue detenido. Dio una tasa de alcoholemia más de cuatro veces superior a lo permitido

Sábado 10 de noviembre de 2018


Ocurrió a mediados de 2017 y la Audiencia Provincial se ha pronunciado este año sobre los hechos porque el acusado considera que se ha vulnerado su derecho a la presunción de inocencia. El primer control de alcoholemia al que fue sometido dio un resultado de 1,11 miligramos de alcohol por litro de aire aspirado, cuando la tasa máxima permitida para conducir es de 0,25. Sin embargo, en su recurso de apelación afirma que no hay ninguna prueba de que llegara al bar conduciendo un ciclomotor.

Los hechos ocurrieron el 5 de julio de 2017. Ese día, sobre las 15:30 horas, la Policía Local recibió varias llamadas alertando de la presencia de un conductor que circulaba en sentido contrario. Viajaba en un ciclomotor por la Avenida Antonio Fuertes, iba zigzagueando y se había detenido frente a la puerta de un bar.

Al llegar al establecimiento indicado, los agentes se encontraron con un individuo que mostraba claras evidencias de encontrarse bebido. El sospechoso tenía "ojos brillantes, pupilas dilatadas, habla pastosa, halitosis alcohólica y equilibrio vacilante", recoge en su sentencia el titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Lorca. Los policias le sometieron a un test de alcoholemia que sirvió para constatar lo evidente: el resultado fue de 1,11 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Veinte minutos después repitieron la prueba y el resultado fue de 1,04 miligramos.

Días más tarde, el conductor fue sometido a un juicio rápido. Y unas semanas después, el 28 de agosto, fue condenado por un delito contra la seguridad vial por de conducción bajo influencia de bebidas alcohólicas. Era exactamente el mismo motivo por el que había sido condenado dos años antes, en diciembre de 2015, por otro juez de Totana. En esta ocasión la pena fijada era una multa de 1.200 euros, la prohibición de conducir durante dos años y el pago de las costas del procedimiento.

Borracho, pero inocente
Los hechos parecen claros y la sentencia justa. Sin embargo, el caso ha acabado en la Audiencia Provincial, que ha admitido el recurso de apelación del condenado por supuesta vulneración de su derecho a la presunción de inocencia. El acusado de conducir borracho no niega que estuviera bebido, pero sí cuestiona que llegara al bar circulando en un ciclomotor. Para apoyar esa tesis, se aportaron dos testigos con el fin de intentar corroborar su versión de que se hallaba en el bar cuando fue detenido.

Sin embargo, el tribunal señala que "resulta difícil creer que los testigos propuestos por la defensa no comentaran a la Policía su versión en el momento de los hechos, o que el acusado no requiriera la ayuda de tales amigos en ese momento". Los magistrados señalan que el conductor ahora condenado se mostró contrariado por su detención en ese momento, "incluso dijo a los policías que estaban comentiendo un error y que se iba a la Guardia civil a poner una denuncia".

La magistrados consideran que las razones del juez de Lorca para condenar al conductor no son arbitrarias, ilógicas o absurdas. "La identificación del acusado, a partir de la noticia dada a la Policía, es completa; y es prueba directa la corroboración policial de que el ciclomotor estaba caliente y que el propio acusado comentó que acababa de llegar al bar", recoge la sentencia de la Audiencia Provincial. Por lo tanto, estaba bebido y conducía un ciclomotor, según la Sección 2ª de la Audiencia Provincial.

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