El protagonista de la noche es el Salón Espuña, esos 95 años.
Lo bueno del Salón Espuña es que es algo que estamos recordando, que estamos queriendo , que estamos admirando. Y es un edificio que no existe. Es una cosa que llevamos todos y cada uno de nosotros, yo les diría que hasta en nuestro ADN. Está ahí el Salón Espuña.
Cualquier persona de una edad media o alta se acuerda del Salón Espuña. Por eso es importantísimo recordar algo que no existe, pero que ha sido parte de nuestra vida.
El Salón Espuña ha sido el centro cultural, el centro social, el centro político... Ha sido el que nos ha hecho ver a través de las películas, ver el mundo, ver otras maneras distintas de cómo son las cosas.
Estamos hablando de años difíciles, de años muy duros para todos. Años en los que el problema principal era ver qué como mañana. ¿Tendré trabajo para mañana? Y con toda esa serie de penas y de historias, la gente se iba al cine. Y se lo pasaba bien. Y olvidaba por un momento ese gran problema que teníamos todos y cada uno de nosotros. Por eso caló tan hondo el Salón Espuña y por eso están en la memoria de todos.
Saben que no hay peor cosa que ser jubilado y desocupado. Yo tengo las dos cosas y me dedico a ver cómo puedo dar la lata. Y me acordé de que el Salón Espuña cumplía este verano 95 años de su inauguración. Si hubiera existido, tendríamos un edificio de 95 años con mucha historia. Se lo comenté al Ayuntamiento y les pareció muy bien. Se lo dije a Antonio Ramírez, a Pepe Baños, a la concejala Alicia Martínez y a la alcaldesa.
Mi idea primera era hacer un documental más o menos casero y proyectarlo este verano en el Auditorio, pero ellos pensaron de otra manera. Dijeron: esto merece la pena que hagamos algo más. Vamos a hacer un buen documental con más tiempo y que se proyecte en la Feria para darle más realce porque merece la pena el gran teatro que tuvo Alhama.
A partir de ese momento se empezó a trabajar.
Hay fotos y hay recuerdos... Saldrán luego en los títulos de crédito, pero yo quiero recordar a algunas personas. Por supuesto, el Archivo Municipal. Ahí hay muchísimo material. Del archivo personal de José Luis Martínez López, que tiene auténticas estanterías llenas de fotografías y, además, a disposición de todos nosotros. De vez en cuando no se le agradece, pero bueno, la vida es así. Hay material de Salvador Ramírez. Los prospectos son casi todos de María Josefa González, de la Tortusa (?). Son también de Alfonso García... De muchísima gente. A toda la gente que se le ha pedido algo y lo tenía, nos lo ha dejado para que lo pudiéramos ver.
Lo que van a ver ustedes, yo espero que les guste, lleva muchísimas horas de trabajo. Mi amigo Ponce, mi amigo Gerardo, mi amigo Paquito... bueno, ahora se llama Fran, ha estado trabajando, haciendo todo el tema informativo como ha podido y más. Entre todos se ha conseguido hacer algo que yo espero que les guste, pero no ya por lo que hemos hecho nosotros.
Espero que les guste porque cada cosa que vean ustedes, posiblemente les traiga un recuerdo. Y si juntan el recuerdo suyo y el del vecino de al lado, se va haciendo una cadena. Y entre todos, hacemos la historia del Salón Espuña. Y hacer la historia del Salón Espuña es hacer la historia de los alhameños, de todas esas generaciones de personas que vivimos a la sombra del Salón Espuña. Eso es lo que vamos a ver ahora.
Y para terminar, puesto que la acogida de este Salón Espuña, de este recuerdo, ha tenido tanta importancia, quiero decirles una cosa. Y se la voy a decir a la alcaldesa y a la Corporación municipal. A la vista que tiene el éxito de este recuerdo, yo les pediría que si en algún momento aquí en Alhama se hace algún Auditorio, se hace un teatro o se hace un cine, que se le ponga el nombre de, por ejemplo, Nuevo Salón Espuña. Seguro que los alhameños lo vamos a agradecer.
Ya sólo decirles que el documental acaba en los momentos más esplendorosos del Salón Espuña. Hemos querido evitar esos últimos años, cuando ya estaba muy deteriorado, cuando estaba a punto de que lo derrumbaran. Eso no hemos querido tocarlo. Hemos querido dejarlo en ese punto de recuerdo. En ese punto de cosas agradables, de cosas bonitas. De cuando íbamos a ver los cuadros, de cuando íbamos al cine, de cuando íbamos al productor... que todo esto no se olvida. Y todo esto sí creo que está ahí.
Les pido que disfruten, por lo menos tanto como nosotros haciéndolo. Sobre todo como, repito, mi amigo Ponce, mi amigo Fran, mi amigo Gerardo, mi amiga Dorleta, Álvaro... Yo qué sé.
Un montón de gente de Tele Alhama que lo han hecho. Y sobre todo, Mateo, el director de Tele Alhama. Ten paciencia conmigo porque, ya te digo, voy a ir a verte un día de estos para seguir haciendo cosas por y para Alhama, que yo sé que a ti te gusta.
Nada más, señoras y señores, que lo disfruten y gracias por estar aquí.