Tomar decisiones médicas a golpe de encuesta

Hay asuntos tan serios que se le pasan a uno las ganas de escribir sobre ellos en un espacio tan intrascendente como puede ser esta columna. Se quitan las ganas y sin embargo, no deja de ser una obligación.

Los continuos cambios de criterio del gobierno central en la definición de los grupos de población a los que se les administra la vacuna Astrazeneca contra el Covid19 están lastrando la eficacia de la campaña de vacunación de las Comunidades Autónomas, provocando miedo y rechazo entre los que son llamados a ponérsela y problemas en la gestión de recursos sanitarios para la administración de las dosis.

Esto de por si ya sería suficientemente malo, pero resulta peor cuando se dice, se sabe o se sospecha que en el reparto de las insuficientes dosis vacunales se están teniendo en cuenta criterios políticos y no estrictamente médicos.

Tomar la píldora anticonceptiva, fumar, beber alcohol de forma habitual, o los largos periodos de inmovilidad como aquellos a los que nos hemos habituado a durante la pandemia aumentan muchísimo más las posibilidades de tromobosis venosa profunda que la administración de las dosis de Astrazeneca o cualquiera de las otras vacunas aprobadas, y no por ello la gente se lo plantea antes de cada cigarrillo, de cada cerveza o utilizar anticonceptivos hormonales.

Si tienes ocasión de que te administren una dosis vacunal, sea la que sea, no la desaproveches. Por ti y por todos. La probabilidad de que, si no lo haces, enfermes de covid y tengas complicaciones trombóticas es muy muy superior a la de que sufras alguna de las complicaciones raras de las vacunas.