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El Castillo, la principal arma de Alhama contra el ejército de Napoleón

Dos alumnos de IES Miguel Hernández realizan un magnífico trabajo de investigación histórica sobre los preparativos en Alhama ante el riesgo de invasión francesa durante la Guerra de Independencia

miércoles 20 de junio de 2018, 13:13h

  • Constantino Abenza, Fernando José Barquero y Cristina López

"Por lo que pueda suceder, se prohibirá que los salitreros saquen escombros o arruinen el Castillo más de lo que está, para que circunvalándolo con parapeto de atochas y tierra por la parte más accesible a la subida, se pueda poner allí un cañón a lo menos y batir todas las avenidas de la Población". Ésa fue la primera de las providencias adoptadas por quien era alcalde de Alhama el 22 de junio de 1809, Antonio Saenz de Vizmanos, ante el riesgo de que llegaran los ejércitos de Napoleón.


El municipio contaba con un Castillo, pero no tenía garantizado el cañón, la pólvora ni la munición. "Se procurará traer un cañón de a ocho para el Castillo y de otros cañones de a cuatro para defender las avenidas principales, como también se traerán la pólvora y municiones que se contemplen necesarios", mandó el alcalde de entonces en su 9ª providencia.

Sin embargo, aún teniendo un castillo, cañón, pólvora y munición, tampoco estaba garantizado que pudieran emplearse para repeler a los franceses ya que faltaba quien supiera utilizarlos. "Si hubiese artillería, de voluntarios u otros que hayan servido en la tropa, se formará un destacamento para el servicio de aquella", indica el alcalde en su 12ª providencia.
Esta situación límite y casi desesperada que se vivía en nuestro municipio no era un caso aislado. Observar la situación de Alhama es ver cómo estaba el conjunto del país. La descripción que hace la Junta Suprema de Gobierno no deja lugar a la duda. "Nos hallamos sin Ejército, sin jefes; y sin más recurso que el valor, y sin ninguno de aquellos auxilios, y la voluntad decidida de vengar el honor nacional. Fue preciso crearlo todo, y aunque el patriotismo, el entusiasmo, y el valor han sobrado a nuestros nuevos soldados, les ha faltado la táctica, y la experiencia que sólo se adquiere en el campo de batalla". Así se recoge en el documento oficial que desde la Junta Suprema Central se comunica mediante Real Orden en nombre del rey Fermando VII para la defensa contra los franceses.

Premio de Investigación
Toda esta información está recogida más ampliamente en el trabajo 'La Guerra de Independencia en Alhama de Murcia' (PDF), realizado por dos alumnos del Instituto Miguel Hernández, Cristina López Cerón y Constantino Abenza Olmos, bajo la supervisión del profesor Fernando José Barquero Caballero, que también es cronista oficial de Librilla. Este estudio, elaborado en el horario del recreo y sin valor en el expediente académico de estos estudiantes de ciencias, ha merecido el Primer Premio de Investigación en Bachillerato del Concurso Regional dentro del certamen promovido por la Fundación de Estudios Históricos Locales y la Fundación Séneca.

Refugio en Sierra Espuña
El esfuerzo de estos dos estudiantes ha servido para recuperar de los archivos este episodio de la historia de España contemplado desde la perspectiva de nuestro municipio. Y a la vista de las decisiones que tomó el entonces alcalde, se entiende perfectamente que no pintaba bien la situación. De hecho, entre las medidas previstas ante la posible llegada de las tropas napoleónicas también estaban los planes de retirada y puesta a salvo de la población una vez perdida la batalla. Ante la derrota, los vecinos de Alhama, encabezados por niños, mujeres y ancianos, debían buscar protección en Sierra Espuña. En la provicencia 5ª el alcalde indica que "en último apuro, las sierras de la Muela y Espuña, cuando esta villa no pueda defenderse más, serán el asilo o retirada de su vecindario para reunirse allí y hacerse fuerte con el de otros pueblos cercanos, a cuyo fin se enviarán por delante los ancianos, mujeres y niños, los ganados, comestibles, y cuando sea posible e importante, asegurando con parapetos o cortadura y buena guarnición el paso de la escarihuela y el cabezo del molino".

"Vencer o morir"
Así está recogido en las providencias adoptadas el 22 de junio de 1809, rescatadas del olvido por los dos alumnos del IES Miguel Hernández en su trabajo. Ese día, el alcalde también adoptó medidas de caráctes económico y fiscal. La providencia 15ª establece cómo obtener el dinero para "la fortificación y defensa de esta villa". Y para "contador interventor del ingreso e inversión" de los fondos, el alcalde nombró a Pedro Martínez Pérez, que en aquella época era el cura párroco de Alhama.

El Ayuntamiento movilizó a toda la población para, como pedía la Junta Suprema, dar al enemigo "una junta idea de lo que puede el patriotismo cuando se decide a vencer o morir".

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