Manos Unidas Alhama ha celebrado este viernes la Cena del Hambre. Un evento anual que ha reunido a un grupo de vecinos en la puerta del Ayuntamiento donde se ha leído el manifiesto de la ONG.
Un manifiesto para reclamar una mayor conciencia medioambiental, pues la degradación de los ecosistemas afecta más a las personas más pobres.
Seguidamente, en el Centro de Mayores se ha celebrado la Cena del Hambre, formada por pan, tomate, aceite y fruta.
A la cena ha asistido el misionero Rosendo Garres quien ha relatado sus experiencias en Zimbabwe para concienciar sobre las precarias condiciones en las que viven muchas familias en África agravadas por los efectos del cambio climático.
Efectos que no solo se dejan notar en la degradación del ecosistema en el que viven, como la deforestación, sino también la mala calidad de la salud así como de la educación.
Además, ha animado a los asistentes a colaborar con los proyectos de Manos Unidas, este año para facilitar el traslado de una población brasileña que sufre la industrialización desmedida y muy contaminante de su comarca.
Garres ha asegurado que “el dinero que no se da es el que no llega” y ha explicado que más del 90% de lo que se dona a Manos Unidas está destinado a los proyectos que lleva a cabo y menos del 10% a gastos de administración y los viajes que realiza la ONG para comprobar el desarrollo y correcto cumplimiento de los proyectos.