Fueron rescatados de la playa el Corral en Isla Plana (Cartagena) y de la playa Ensenada de la Fuente (Águilas) hace tres meses con diversas lesiones. Ahora los dos ejemplares de tortuga boba nadan en libertad desde este viernes que han sido devueltas a su hábitat en el Parque Regional de Calblanque.
Ambos quelonios han pasado tres meses al cuidado del Centro de Recuperación de Fauna 'El Valle'.
Allí la tortuga hallada en Cartagena presentaba restos de sedales y plásticos que estrangulaban su aleta delantera derecha, parte de ella la ha perdido para siempre. El segundo quelonio hallado en Águilas mostraba síntomas de debilitamiento y una fractura en área superior del cráneo.
Ambas tortugas han recibido una terapia parenteral a base de antibióticos y antinflamatorios para evitar infecciones y reinstaurar el riego sanguíneo en la extremidad lesionada lo más rápido posible, así como otra tópica para curar las graves lesiones que presentaban, informan desde la Consejería de Medio Ambiente.
Como todas las tortugas liberadas, se han identificado con una anilla metálica en la aleta derecha y con un microchip subcutáneo, en el marco del Programa de Marcado de Tortugas Marinas dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica que gestiona la Asociación Herpetológica Española.
El anillado permitirá identificar de manera individual a cada animal, en caso de ser recapturado en algún momento de su vida, además de permitir recopilar importante información acerca de aspectos tales como demografía, movimientos y amenazas globales que afectan a la especie, factores estos de vital importancia para su conservación.
Este verano también se liberaron otros dos ejemplares de tortuga boba y a ocho más entre 2017 y 2018.