Las primeras gotas de lluvia empezaron a caer minutos antes de las 23:15 horas, con el parking del Complejo Deportivo Guadalentín medio lleno y largas colas de espectadores en el exterior para acceder.
Al principio se trataba de lluvia floja, algunas gotas sueltas que parecía que iban a dejar de caer en cualquier momento.
Con los instrumentos protegidos del agua por lonas, plásticos y dos carpas, un responsable de la organización del concierto se dirigió al público cuando ya pasaban 20 minutos de la hora prevista del inicio de la actuación musical para explicar que era necesario esperar un poco a que cesara esa lluvia esporádica y luego poder secar el escenario.
Sin embargo, a las 00:26 horas esas gotas sueltas se habían convertido ya en una lluvia intensa que hacía prever lo peor. De hecho, muchos espectadores comenzaron a abandonar el recinto.
Un cuarto de hora después, se fue la lluvia y se abrió paso la esperanza entre los numerosos espectadores que aún aguantaban. De hecho, la misma persona que se había dirigido antes al público, volvió a hacerlo para pedir un poco más de paciencia mientras secaban el escenario y revisaban los aparatos electrónicos.
Finalmente, pasada la 1:00 horas volvía la lluvia y con ella, las disculpas de la organización; esta vez para decir que definitivamente no era posible ofrecer la actuación musical.
Poco después el Ayuntamiento informó de que el equipo técnico de Camela se había "visto obligado a cancelar el concierto por motivos de seguridad".
"El equipo técnico ha tomado esta difícil decisión para evitar riesgos de electrocución y posibles cortes de luz que podrían poner en peligro la vida de los artistas", explicaba el Consistorio. Y aseguraba que "el importe íntegro de las entradas será devuelto".
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