Los Reyes Magos han vuelto a El Berro. Esta vez han regresado a la pedanía sin ningún tipo de restricciones sanitarias, como ocurrió durante los años de la pandemia.
La representación, como es tradicional, ha comenzado en el aparcamiento del camping. Desde allí, guiados por la estrella, los Reyes Magos se han dirigido a la Plaza Mayor, convertida en escenario del resto de las escenas.
Entre los asistentes se encontraba la alcaldesa Mariola Guevara y los ediles del equipo de Gobierno Antonio García, Eva Sánchez y Pedro López. También estaba entre el público la concejala María Cánovas, portavoz del Grupo Municipal Popular.
El Auto de Reyes es una representación de la Adoración de los Reyes Magos al Niño Jesús, que cuenta con una larga tradición histórica.
El texto, escrito en verso, data del año 1748 y la obra muestra la llegada de los Reyes de Oriente a la ciudad de Jerusalén, guiados por la Estrella. Allí se encuentran y se dirigen al Palacio de Herodes, quien les pregunta el motivo les ha llevado hasta su Reino. Ellos responden que se dirigen hacia Belén guiados por una estrella, ansiosos de ver al nuevo Rey de Judea, que ha nacido en ese pueblo. Herodes muestra su furia y descontento al escuchar la noticia de que alguien le pueda arrebatar su reino y su cetro.
Entre tanto, aparecen dos pastores que dan un toque de gracia y humor, contando a su manera lo que acontece en el Reino de Judea: son Jusepe y Rebeca.
La obra termina con la Adoración de los tres Reyes al Niño Jesús.
La representación de este Auto de Reyes Magos se desarrolla en diferentes puntos de la pedanía, y da comienzo en el aparcamiento del Camping de El Berro, antigua 'Era de las Escuelas', donde el Ángel hace una pequeña introducción; seguidamente se encuentran los tres Reyes, que vienen de distintos puntos, para hacer su entrada al pueblo, esperándolos la estrella y la cuadrilla, encargada de amenizar con sonidos tradicionales la representación.
Después del encuentro, se dirigen a la Plaza Mayor, donde tiene lugar la escena con Herodes, su guardia y los alabarderos, así como la representación de Jusepe y Rebeca.
Por último, la adoración al Niño, que se desarrolla en la iglesia durante la tradicional misa.