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Fuga no sólo de cerebros, que también
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Fuga no sólo de cerebros, que también

Con este 2023 recién empezado muchos nos hemos encontrado el grito de socorro de un mítico bar local en redes sociales (como es costumbre, porque en los medios oficiales impera el silencio)

Por Antonio García Martínez
miércoles 04 de enero de 2023, 20:21h

Con el inicio de año vemos las típicas y entrañables escenas (al menos para mí) de estos días: gente recogiéndose a las tantas, los primeros churros, las fotos con familia, amigos y pareja donde sonreímos de oreja a oreja. Ojalá estos momentos nos duren muchos años y siempre podamos celebrarlos con nuestros seres queridos cerca.

No obstante, y como ya es común en Alhama de Murcia no todo han sido buenas noticias, y es que con este 2023 recién empezado muchos nos hemos encontrado el grito de socorro de un mítico bar local en redes sociales (como es costumbre, porque en los medios oficiales impera el silencio). Según la edad que tengas lo conoces como Bar El Castillo o como Mundábala, sea cual sea el caso el mensaje que han puesto en Instagram es claro: les quieren cerrar, o mejor dicho, no quieren que trabajen más.

Aunque me prometí a mi mismo no meterme en este tema, del que ya desistí hace mucho tiempo, no puedo mirar hacia otro lado cuando torturan a unos compañeros de profesión a los que además conozco personalmente. Me parece increíble que, bajo la clásica excusa de las quejas, y las amenazas de las denuncias se pretenda acabar así con otro bar del pueblo. Y digo “otro” porque son ya muchos, desde principios de los 2000 y bajo gobiernos tanto del PP como del PSOE, que han tenido que echar la persiana definitivamente, y eso es muy triste.

Con todo esto no pretendo que nos saltemos las leyes, tampoco quiero que Alhama vuelva a la época de “la general” ese tiempo de la Ebony, el Caramba, el Hiedra, el TNT, el Restregón, la Excalibur… y así puedo seguir hasta llenar 2 o 3 artículos más. Sé que querer volver a esa época que la generación de mi padre recuerda con lágrimas en los ojos y una sonrisa en la cara es imposible, pero sí podemos mantener y apoyar lo que sí tenemos.

Sí podemos mirar a quien tenemos delante, autónomos y autónomas con muchas ganas de trabajar y hacer felices a sus clientes, de dar un servicio inmejorable y de generar riqueza y empleo para el municipio. Ojalá el pueblo de Alhama, vecinos y ayuntamiento, tenga dos dedos de frente y recule, o si no seguiremos haciendo lo que hacemos muchos, lo que ya hice yo en su día, irme con mis ideas, mis ganas y mi ilusión a otra parte.

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