Todas y cada una de nosotras, en algún momento de nuestras vidas, nos hemos tenido que enfrentar a la renuncia.
La renuncia es la sombra que nos acompaña a las mujeres que somos madres o nos dedicamos al mundo de los cuidados y en este periodo de pandemia se ha intensificado aún más.
Las últimas encuestas, en tiempos de la Covid 19, nos desvelan que las carencias se han vuelto más relevantes.
-Una de cada cuatro mujeres ha renunciado a su trabajo o parte de él para cuidar de sus hijas o hijos durante el confinamiento; por contacto de un positivo, el 74% de ellas ha tenido que coger días de vacaciones.
-El 21% ha solicitado permiso sin sueldo o excedencia y el 11% ha reducido su jornada, incluso hasta el 100%.
-Un 37% ha visto cómo le denegaban el teletrabajo a pesar de poder realizarlo.
-El 80% de las mujeres con hijas e hijos confinados en casa por contacto con un positivo reconocen haber sido ellas mismas las principales cuidadoras durante este tiempo.
La renuncia parece ser la única solución que muchas de nosotras tenemos, cuando hay que conciliar y enfrentarnos a este nuevo modelo de sociedad que nos ha traído la Covid 19.
La pandemia plantea un “grave riesgo” de que se reviertan décadas de avances en la igualdad de género y de no conseguir revertir esta tendencia, las investigaciones advierten de las implicaciones económicas, sociales y personales de la desigualdad.