Anestesia

Moncloa abre la puerta a modificar también el delito de malversación junto al de sedición.

¿Y a usted qué le parece? Lo más fácil es que le dé igual. La repetición constante de disparates y escándalos nos ha hecho, nos va haciendo, impermeables, refractarios a los estímulos. El partido socialista modifica y pretende seguir modificando el Código Penal a su conveniencia del momento sin el más mínimo disimulo. Después de registrar el viernes la eliminación del delito de sedición para beneficiar a los del golpe de Cataluña ¿Con qué cara no arreglarle lo suyo a Griñán? Bueno, a Griñán y a cualquiera que malverse o malversara “para el partido”.

Bueno, me dirá “tampoco es para tanto”, total “ luego los indultan y como si nada”. “Esto es solo poner en la ley lo que vienen haciendo”. Ya, lo que decía de un escándalo sobre otro. La repetición de la anormalidad, de la aberración, agota la capacidad de reacción de la sociedad.

Ocurre también con los seres vivos. Cuando un organismo es sometido a estímulos supranormales de manera repetida y sin tiempo para recuperarse, pierde la capacidad de reaccionar a los estímulos normales y acaba reaccionando solo a los supranormales y mucho menos y más lentamente. Está todo estudiado y “los que tienen que saberlo”, lo saben. Esa repetición de supraestímulos negativos a los que el gobierno lleva sometiendo a la sociedad desde que está en el poder no es casual, ni siquiera viene dada por las circunstancias. Es un proceso de ingeniería social, un experimento si quiere usted verlo así, con un solo objetivo. Provocar e incentivar la anestesia social.

Como diría el otro, “Ahora vas y lo cascas”.