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Paris-Kiev a tan solo 10 minutos de reflexión
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Paris-Kiev a tan solo 10 minutos de reflexión

Nos encontramos un tratamiento sospechosamente distinto a cuando los kurdos, los palestinos o los sirios huían de sus respectivos hogares

Por Antonio García Martínez

En medio de todo este caos y destrucción desatados por la invasión rusa de Ucrania nos hemos encontrado con videos espeluznantes que a todos nos han hecho llevarnos las manos a la cabeza, ya sea por la destrucción observada, la brutalidad, el hambre… Pero lo último que está haciendo hablar a todo el mundo es cómo los medios de “información” y algunos personajes espontáneos están hablando de los refugiados y toda esa población ucraniana que ahora se ve obligada a huir de su país. Nos encontramos un tratamiento sospechosamente distinto a cuando los kurdos, los palestinos o los sirios huían de sus respectivos hogares.

En medio de todos estos personajes ha aparecido en escena un español, al que tengo el placer de no conocer, que hace un par de días ante las cámaras de un programa de la SEXTA afirmaba que “No eran niños de los que estamos acostumbrados a ver sufrir en televisión sino rubios con los ojos azules”. Claro, un factor determinante, todo el mundo sabe que si vives en un país que no pertenece a Europa o América del norte no sufres, y si sufres pues… así es la vida, ¿no?

Este tipo de declaraciones lamentablemente no han sido un caso aislado, decenas de periodistas de distintos países y medios han llegado a afirmar que aquí no es donde “normalmente” hay guerra o que en el caso de Ucrania es un país civilizado y cristiano, de nuevo el racismo saca a relucir las más tristes excusas para justificar que, mientras que miles de migrantes mueren ahogados en el Mediterráneo o congelados en campamentos turcos (por los que paga la UE), se abran las puertas de toda Europa a los refugiados ucranianos.

Y ojo, con todo esto no quiero decir que esta pobre gente no merezca asilo y protección. Bastante tienen los ucranianos con soportar las consecuencias de dos gobiernos oligarcas, corruptos y belicistas, como son el gobierno ruso y el ucraniano, pero me es imposible no acordarme en días como hoy de hechos como los atentados yihadistas de París en 2015, cuando varios islamistas radicales asolaban la sala Bataclan.

En aquel momento todo el mundo subía fotos con la bandera francesa, todo el mundo se sumaba al Je suis Paris, pero la realidad es que no había atentados solo en París, sino también en Kabul, en Ankara, en Homs, en Beirut, en Damasco o en Teherán, y al igual que pasa con la guerra, los atentados quienes los sufrimos somos los ciudadanos de a pie, no los poderes económicos que hay detrás de uno u otro bando. Y del mismo modo pasa con la guerra. Por supuesto que la guerra es triste, y jamás debería producirse, pero no solo hay guerra en Ucrania, sino también en Yemen, en Siria o en Somalia… y si a uno le prestamos tanta atención y las otras no sabemos ni que existen, tal vez tengan razón y solo nos importan porque son rubios con los ojos azules.

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