El pasado viernes se estrenó simultáneamente en cines y en Disney+ la peli de Viuda Negra, y para quien recuerde que ya murió en una de los últimos films de Vengadores os aclaro que los hechos acontecidos aquí ocurren años atrás.
Nos cuenta la historia de Natascha Romanoff antes de formar parte del supergrupo, cuando ella y su hermana son secuestradas de su familia para formar parte de un experimento donde los rusos reclutan chicas jóvenes para convertirlas en supersoldados. Sus padres son agentes soviéticos que viven en América ocultando su identidad y formando una familia de lo más normal, pero que guardan un oscuro secreto. Son separadas en ese momento y vuelven a reencontrarse años después en una espectacular pelea en un piso franco en Budapest.
La actriz Florence Pugh encarna el papel de Yelena Belova, la hermana pérdida de Natascha, la cual comienza a cimentar lo que será el relevo del personaje desaparecido de Viuda Negra. A esta actriz la vimos anteriormente en la aterradora Mindsommar.
Hora y media de espectaculares peleas, persecuciones y efectos especiales a los que Marvel nos tiene acostumbrados. Y por primera vez se han centrado en las relaciones familiares entre los personajes, casi inexistentes en las anteriores películas de la saga.
Lo mejor: el chistecito que le hace Yelena a Natascha sobre la forma que tiene esta última de caer posando y agitando su “melena al viento". El descubrir qué pasó entre ella y Ojo de Halcón y que no habíamos visto en las ultimas pelis del Universo Marvel. La escena postcréditos, con una aparición especial y una misión para matar a uno de Los Vengadores.
Lo peor: me huele que se está creando otro supergrupo y que esta vez no es Nick Fury el que los está buscando. El primero fue hace unos meses el fallido nuevo Capitán América (ahora llamado US Soldier) y ahora es Yelena. Igual nos empachamos de tantos personajes de Marvel.
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