El consumo de carne (y esto no es nada opinable) ha sido un claro motor desde el punto de vista evolutivo. Hace escasamente cinco años exponía ante mis compañeros en la asignatura de Prehistoria Universal, en primero de carrera, cómo la proteína había sido clave para que los homínidos nos convirtiésemos en los dominantes del medio natural.
Si en la actualidad hay personas que se plantean no comerla (decisión tan respetable como comerla) es gracias a haber evolucionado y ser una especie racional y consciente del sufrimiento de otros, pero eso sí, de todos los otros.
Hace escasamente una semana me quedaba perplejo por el nivel de superficialidad y de sensacionalismo que llenaba las redes sociales. Y no venía de otro sitio que del afamado programa 'Master Chef', que se emite en La 1. Resulta que una concursante, Ofelia, lloraba y se erigía como la gran traicionada de la noche debido a que uno de sus compañeros había decidido que ella debía cocinar carne de caballo, después de que ésta le hubiese confesado su pasión por estos cuadrúpedos.
También muchos otros se sorprendieron de que los jueces no interviniesen en este punto protegiendo a la 'pobrecita' Ofelia.
Ante todo esto tengo sencillamente dos comentarios. Por una parte, me parece increíblemente hipócrita la situación por parte de la concursante. Me explico. Para ella cocinar carne de caballo (ya extraída la pieza) era algo descabellado, impensable, mientras que pedía cocinar cualquier otro tipo de carne (las vacas se ve que no le dan pena ninguna).
Y por otra parte… señoras y señores… estamos en una competición, donde además hay un pago en metálico para el ganador y no precisamente pequeño. Es por ello que creo que este tipo de tretas, aunque sucias, no están para nada injustificadas, y con ello no quiero decir que me guste la estrategia del compañero, sencillamente opino que en una situación de disputa así es hasta normal que lo aprovechase. Y que ya somos mayorcitos como para estar diciendo como carne de este animal tranquilamente, mientras que este otro ni se me ocurre.