Desde que comenzó este periodo de tiempo en el que hemos perdido libertades, familiares, amigos y la “normalidad “ a la que estábamos habituados, todo ha dado un giro de 360 grados.
El tener que quedarnos en casa debido al estado de alarma ha cambiado nuestro hábito de ir al cine a ver los estrenos por el de pegarnos maratones de series en las plataformas digitales.
Hay para elegir unas cuantas (como no me pagan por publicidad y sabéis las que son, me ahorro ese espacio) y catálogo de series, para aburrirse. Cuando comencé esta nueva aventura en Siete Días Alhama, lo hice comentando los primeros estrenos de esos pocos cines que se aventuraron a abrir con todas las medidas de seguridad posibles, pero quise también daros a conocer esas series que nos están acompañando en esas largas jornadas de confinamiento.
Me habían hablado muy bien de DARK, una de las primeras series alemanas “del canal de pago con la N de color rojo”, y al poco de comenzar su tercera y última temporada decidí sumergirme en la increíble historia de ese pueblo ficticio de Alemania llamado Winden.
Os juro que no había visto nada igual y que en poco más de una semana cayeron los 26 capítulos que componen las tres temporadas (18, 6 y 6). La comparaban con el otro éxito de esta misma plataforma llamado STRANGERS THINGS, pero creo que fue una equivocada manera de publicitarla, ya que en mi opinión es muy diferente y te engancha más.
Episodio tras episodio iréis conociendo a los miembros de cuatro familias que son el eje central de la serie, diferentes entre sí pero con secretos que ocultar, intentareis resolver las desapariciones de niños que suceden en diferentes épocas de la historia de la ciudad y por qué están relacionadas, el misterio de la cueva que hay en el bosque y que sirve de puerta temporal y la identidad del personaje que vigila los pasos de los protagonistas.
Os aseguro que esta serie os va a gustar, y dejará boquiabiertos a esos que piensan que solo las series americanas son las que tienen mejores guiones e historias.
Lo mejor: la historia que crearon los guionistas, que tuvieron que conseguir que en el puzzle formado por los sorprendentes lazos familiares y los viajes en el tiempo encajaran al milímetro todas las piezas.
Lo peor: como te saltes algún episodio estas más perdido que un daltónico intentando hacer el cubo de Rubik.