Hoy quiero aprovechar este espacio, estas palabras y dedicarlas a las madres.
A todas y cada una de ellas, a las que dejaron su profesión para cuidarnos, a las que cruzaron medio mundo buscándonos un futuro mejor, a las que trabajaron de sol a sol para ponernos un plato de comida, a las que sacrificaron su vida, a las que hoy no están y nos cuidan desde alguna estrella, a las que con su entrega y devoción nos enseñaron valores, a las que se quitaron un plato de comida para que nosotros comiéramos, a las que perdieron mil guerras por darnos educación, a las que a pesar del dolor y la enfermedad cada día se levantan para darnos lo mejor de ellas, a las que se han sumergido en un mar oscuro y profundo por buscar un futuro mejor para sus hijos, a las que con sus abrazos nos confortan, a las que ser madre les costo la vida.
Todas y cada una de ellas nos han cuidado. Cuidar, del español antiguo “coidar” y éste del latín “cogitáre” que significa pensar…
Ser madre no solo es cuidar, es cuidar pensando en las necesidades de sus hijas e hijos, su futuro, su sustento y su cobijo.
Cuidar pensando en nosotras y nosotros, sus hijos, es la forma más pura de demostrar el amor.
“A las hijas y a los hijos, también se le cuidan con el pensamiento”
Así me lo enseñaron mis madres y digo madres en plural, ya que para mi familia nuestra yaya, nuestras abuelas, nuestras tías y nuestra madre; han hecho de nosotros quienes hoy somos, cuidándonos, amándonos y pensándonos.
Solo puedo dar las gracias, a todas ellas, mis madres a las que amo y respeto.
Feliz día de las madres y felicidades por vuestro trabajo.
Desde este pequeño rincón del mundo, GRACIAS.