Marzo del 2021. Acabamos de salir de la tercera ola del virus que nos ha costado una tremenda situación económica, además de un colapso hospitalario preocupante y desgraciadamente muchas, demasiadas, vidas humanas.Marzo del 2021. Acabamos de salir de la tercera ola del virus que nos ha costado una tremenda situación económica, además de un colapso hospitalario preocupante y desgraciadamente muchas, demasiadas, vidas humanas.
1.500 personas se reúnen para aclamar y vitorear a su amado líder, saltándose cualquier mínimo respeto por las medidas de seguridad impuestas, por el bien de todos, sin distancia de seguridad, sin respeto hacia la ley, esa ley que prohíbe por número y por seguridad ese tipo de reuniones. Es curioso cómo esos mismos hace unas semanas pedían la cabeza en bandeja de quien asistió a un acto religioso acompañando a sus hijos, acto que sí cumplía con las medidas de seguridad y del que corrieron a pedir dimisiones... ¿Las pedirán ahora también?
1.500 personas que probablemente conviven con sus familias, que esparcieron el virus sin control alguno.
1.500 personas y muchos de nosotros llevamos meses sin poder ver a nuestros padres, hermanos y familias por su y nuestra seguridad.
Acto vergonzoso y de irresponsabilidad, que juega con la salud de todas las murcianas y murcianos y que carecía de cualquier tipo de autorización.
En su discurso, el amado líder, vino a decir… “…el atropello que se quiere cometer contra toda la sociedad de Murcia”. Atropello el suyo, atropello a nuestra salud y atropello a nuestra dignidad.
Post Data. Cuando empiecen a surgir los rebrotes debido al fiestón que organizó el señor Abascal y compañía, buscarán culpables... ¿Quién será esta vez?