Un millón trescientos mil euros mas lo que costó demoler y trasladar la pista de skate board que ya había en esa localización. Un millón trescientos mil euros para construir un pabellón insuficiente, en un terreno inadecuado, y , eso sí, con una fachada de piedra que a alguien le pareció muy bonita y encarece otro tanto la estructura del edificio.
El equipo de gobierno municipal se comprometió con la Comunidad Autónoma a que si el famoso nuevo instituto del Valle del Leiva se cambiaba desde la ubicación donde originalmente estaba proyectado a la zona de El Praico, el pueblo construiría un pabellón de deportes antes de que se empezase la obra del instituto. Con los alhameños, por su parte, se comprometió a que ese pabellón no tendría coste alguno puesto que lo pagaría El Ciruelo a cambio de nada, y con El Ciruelo, a que estaría construido antes de febrero de 2020.
De esos tres compromisos, el gobierno municipal no ha cumplido ninguno. Al fin y al cabo, el gobierno municipal y el partido que lo constituye no son famosos por cumplir sus compromisos. De resultas, los alhameños van a soportar un sobre coste de 1.300.000 euros al que se une al 1.400.000 euros gastados ya en mejorar los accesos a la zona y encauzar la rambla, el más de medio millón gastado en la chapuza de la calle Parricas.
Independientemente de la tramposa negación de la existencia de minas y galerías en la zona, en aquella famosa consulta popular sobre la ubicación del nuevo instituto, ¿ponía en el boleto que construirlo en El Praíco suponía un sobre coste al ayuntamiento de más de tres millones de euros y un retraso de años en la ejecución de la obra? Los que votaron ¿hubieran votado lo mismo de saberlo?.
Dejando aparte lo gastado ya, que no tiene remedio. ¿Usted cree, que si el Ayuntamiento tiene un millón trescientos mil euros para gastar, lo más urgente y necesario que puede hacer con ese dinero, es gastarlo en un pabellón en El Praico?.
Concéntrese en ese sentimiento. Así, así se sienten muchos ingleses respecto al Brexit.