Tenemos lo que merecemos

Sé que hoy hay muchos temas divertidos sobre los que cotorrear. Que si Conesa ha ido a declarar, que si la alcaldesa de Molina, que si los últimos coletazos de las confirmaciones… El caso es que me vais a perdonar, pero no les veo la gracia.

Anteayer, cuando salió a prensa la vacunación de los funcionarios de la Consejería de Sanidad y con ellos, el consejero Manuel Villegas y se sucedieron los falsos escándalos, como muchos, tuve claro lo que iba a pasar. La temporalización era perfecta (permite que se deje de hablar de la confirmación del hijo de Conesa y ahoga los comentarios sobre su declaración en el juzgado esta mañana), y el pobre Villegas, una víctima idónea de la clásica trampa política a las personas de buena fe.

Si Manuel Villegas hubiera sido un político profesional, un Conesa, un Ábalos, un Sánchez o un Simón de la vida, ayer, en lugar de las declaraciones que hizo por la mañana intentado explicar amablemente y con un poco de incredulidad que se había seguido el protocolo nacional, que en fase dos incluye a los trabajadores de salud pública que gestionan la pandemia, habría puesto su puesto a disposición del presidente, que podría haberse negado a aceptar su dimisión, puesto que en estos momentos la Comunidad necesita a su consejero de Sanidad. Pero eso hubiera sido si Manuel Villegas fuera un político. Miren a la de Molina y a Conesa, como han despachado el tema con un “quítame allá esta afiliación”. Eso es la política, eso es el espectáculo. El problema es que Manuel Villegas es un gestor, es más, por gestor le habían elegido como consejero para una legislatura en la que Sanidad ya afrontaba suficientes retos sin necesidad de ver sus costuras puestas a prueba por la pandemia. Un gestor que ha actuado de buena fe, siguiendo el protocolo, y que se pensaba ayer que todo era un malentendido que quedaría en nada cuando él lo aclarara.

Cuando os preguntéis por qué tenemos la clase política que tenemos, y por qué hay un tipo como Illa, que solo parece interesado en las comisiones de compra de material médico y las elecciones catalanas, de Ministro de Sanidad, recordad lo que le hemos hecho a Villegas. Por cumplir punto por punto el protocolo de vacunación que le mandaron de Madrid. Por tener buena fe y no presentar más aval que su trabajo.