El niño se precipitó desde un balcón de la segunda planta, pero no resultó herido porque la fortuna quiso que un ciudadano llegara a tiempo para cogerlo en el aire antes de que se golpeara contra el suelo.
Los hechos, que podrían haber acabado en tragedia, ocurrieron este jueves en la calle San Juan de la localidad de Puerto de Mazarrón. A mediodía, un hombre que pasaba por la zona escuchó los gritos de una viandante que pedía ayuda ante las graves consecuencias del suceso que estaba a punto de tener lugar. En el balcón de un edificio próximo se encontraba un pequeño de sólo tres años que estaba a punto de precipirtarse al vacío. En el interior de la vivienda se encontraban sus padres, ajenos al riesgo que corría su hijo.
El niño resbaló y su cuerpo quedó colgando de la barandilla. Ante el riesgo de que el pequeño acabara cayendo, el hombre se situó debajo del balcón. Afortunadamente esa acción fue lo que evitó que el suceso tuviera un final trágico ya que este ciudadano consiguió coger al niño antes de que se estrellara contra el suelo.
El pequeño, que se golpeó ligeramente con la fachada del edificio, no sufrió heridas. Su estado era aparentemente bueno, aunque fue trasladado al Hospital de Santa Lucía de Cartagena para un examen médico y valoración más detallados.