En Flores Marín trabajan a destajo para proveer de flores a las floristerías y así responder a la demanda que se ha venido animando en las últimas semanas por la cercanía de la festividad de Todos los Santos.
No es frecuente trabajar de esta manera tan intensa, pero la situación de la pandemia y la incertidumbre hace que el ritmo de trabajo se concentre en un sprint final.
Pedro Marín, de Flores Marín, explica que es habitual trabajar con cierta anticipación de las necesidades del mercado, pero la prudencia en los tiempos de corren hace que los encargos se vayan dejando prácticamente para última hora.
Ello ha venido facilitado por un protocolo específico, que ya demandaba el sector, para la asistencia a los cementerios, permitiendo acudir al camposanto se manera escalonada para evitar aglomeraciones.
Es por ello que, en estos días en el invernadero se trabaja intensamente para proveer del material suficiente y así los ciudadanos puedan poner unas flores en las tumbas y nichos de sus seres queridos.
Tras meses de incertidumbre, la festividad de Todos los Santos ha venido a inyectar al sector de cierto optimismo, alcanzando al menos el volumen de trabajo de otros años. Ahora cabe mirar, aún con esa incertidumbre, a las Navidades cuando el consumo de flores es menor, reducido a un uso doméstico, hasta ver cómo evolucionan los acontecimientos de cara a 2021.
Marín explica que las próximas fechas relevantes para el sector miran ya al Día de los Enamorados y la fiesta de San José, pues de la Semana Santa y otros eventos como los Carnavales, en algunos municipios ya se ha anunciado su cancelación.