Resulta difícil escribir sobre otros temas cuando se duerme con un ojo abierto esperando noticias sobre el avance o retroceso de los positivos por Covid, vecinos tan cercanos como los totaneros han tenido que retroceder hasta fase 1 y la incertidumbre económica planea sobre nosotros ante la dejadez de personas como el delegado de gobierno, que lleva desde que asumió el puesto provocando problemas con la gestión de los inmigrantes de las pateras que ahora adquieren su verdadera dimensión.
Resulta difícil y sin embargo, es necesario igual que es necesario seguir afrontando la normalidad, llevar los niños al colegio, hacer de comer o ir a trabajar cuando uno está esperando que le den los resultados de una prueba médica. Esta tarde hay pleno, y la mayor parte del mismo versará sobre temas que, en comparación, pueden parecer nimios, porque lo son, y de los que, sin embargo, resulta necesario hablar.
Lo que pasa es que yo hoy tampoco quería hablar sobre los distintos temas que aparecerán hoy en el Pleno y el porqué aparecerán esos y no otros. Ya hablaremos de eso mañana, igual que comentaremos el look mosquita muerta voz melíflua de la alcaldesa o los infumables rollos de Felipe que solo pretenden eliminar la atención o la audiencia de los plenos.
No. Yo hoy quería hablar de las mociones que no se llevan a pleno. De esos temas que se trabajan por parte de la oposición y que la señora alcaldesa considera que no deben discutirse delante del público. Para eso he pedido a los concejales que me pasaran aquellas mociones que no habían llegado a pleno en el ultimo año, y me he encontrado entre otras muchas, con una que pedía la adaptación de una ducha en la piscina cubierta para minusválidos acompañados, otra en la que se pedía la electrificación de la línea ferroviaria Águilas-Lorca-Murcia, la adecuación de pasos de cebra, el rastreo de radón como posible causa de aumentos en la incidencia de cáncer en Alhama, las segregaciones y cesiones que tendría que hacer el Ayuntamiento para que la comunidad pudiera acometer la ampliación de Urgencias (esa que han dicho mil veces que han hecho y siguen sin hacer impidiendo el trabajo de la Comunidad ) y la reforma de los accesos de la Residencia Virgen del Rosario. Cosas todas pequeñas, que palidecen al lado del gran problema que compartimos todos ahora, pero que hay que seguir trabajando, igual que sobre todas las que se llevan a pleno, se aprueben o no, pero sobre las que parece que no se quiere que se hable en público. Ya hablaremos.