Hace una semana se leía en la plaza de nuestro ayuntamiento el Manifiesto del día del orgullo 2020 LGTBI. Fue un acto sencillo, debido a las circunstancia de la nueva normalidad que a todos nos ocupa en estos momentos.
Además, se conmemoraba que el 1 de Julio se cumplían 15 años de la aprobación en España del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Al acto asistieron representantes políticos de nuestro consistorio, de todos los partidos políticos, a excepción de VOX.
No se les echa de menos; muchas veces en la vida se suma restando y dudo mucho que su presencia sirviera de algo, sabiendo que ven el día del orgullo como un “aquelarre” y ya por todos son conocidas sus ideas contrarias a cualquier manifestación o acto que ponga de manifiesto los derechos de los colectivos LGTBI.
Para VOX, la LGTBIfobia es uno de los pilares fundamentales de su formación política. Pretenden convertir a gais, lesbianas, bisexuales y transexuales en ciudadanos de segunda, recortando sus derechos y libertades.
Están en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo; se burlan de la bandera arcoíris; quieren eliminar el derecho de adopción a parejas homosexuales; defienden las terapias en menores para curar la homosexualidad y así podría seguir describiendo los pilares fóbicos sobre los que se cementa VOX.
No se les echa de menos, ni en los actos, ni en las manifestaciones, ni en su falta de apoyo a todas las iniciativas que se plantean en materia de igualdad por parte de nuestro ayuntamiento.
Su ausencia no resta, al contrario, nos suma a todos.