El concierto de flautas 'Country Life. Move Your Body', 'La danza del fuego' de Manuel de Falla y 'Pedro y el lobo' Serguei Prokófiev. Ese fue el programa que ofrecieron este lunes los alumnos de iniciación de la Escuela Municipal de Música. Su actuación consiguió tal éxito de público que a penas se notaba que estaban encendidos los tres aparatos de aire acondicionado en la sala de butacas de la Casa de la Cultura.
Los primeros niños en subir al escenario recrearon las escenas de la composición sinfónica 'Pedro y el lobo', de Serguéi Prokófiev. Se trata de una historia para niños, con un narrador acompañado por la orquesta, una función que ayer asumió el profesor Joaquín Sergio Piernas. Un grupo de alumnos interpretó el papel de los diferentes personajes del cuento, mientras que otro lo formaron niños que portaban imitaciones de diversos instrumentos que debían tocar simuladamente según el personaje que llevara el peso de la acción sobre el escenario. El ejercicio, además de demostrar el nivel de conocimiento de los pequeños de las distintas melodías, puso a prueba los teléfonos móviles y cámaras de sus padres y familiares, que trataron de inmortalizar los momentos en los que sus correspondientes niños eran los protagonistas.
Luego fue el turno de Manuel de Falla y 'La danza del fuego'. Fue entonces cuando las llamas, brujas, magos y caballeros danzaron y lucharon sobre el escenario para tratar de imponer su ley. Los pequeños bailaron al ritmo de cada movimiento y según el protagonismo de cada elemento. Fue una entretenida actuación que mantuvo todos los ojos y la atención sobre el escenario mientras la conocida obra del compositor español daba pie a una colorida y animada recreación por parte de los niños.
Y, finalmente, un concierto de flautas puso el broche de oro a las actuaciones del lunes. Los niños demostraron con el dulce sonido de este instrumento todo lo aprendido durante el curso. Se trató de la única actuación musical própiamente dicha ya que las anteriores fueron recreaciones o puestas en escena. Sin embargo, todo el programa ofrecido por los niños fue suficiente prueba del esfuerzo de los pequeños y de la dedicación de su profesor; un trabajo que obtuvo su premio con un lleno absoluto de público.