Una camarera de un establecimiento de Librilla ha sido absuelta de todos los cargos por la Audiencia Provincial de Murcia. El tribunal ha revocado la pena a la que fue condenada en primera instancia al entender que existen dudas razonables de que fuera autora del guantazo que recibió un cliente en el transcurso de una discusión.
Los hechos se remontan a finales de julio de 2018. La denunciada se encontraba trabajando y en un momento dado uno de los clientes le insistió en que le sirviera un vaso de agua. Tal hecho fue el motivo del inicio de una discusión durante la cual, el cliente recibió un guantazo.
A consecuencia del golpe, la víctima sufrió una herida en el labio inferior que tardó en curar cinco días.
Por ello, el Juzgado de Totana condenó a la mujer a una mula de 150 euros por un delito leve de lesiones.
Sin embargo, ésta recurrió la sentencia condenatoria puesto que en el relato mismo de los hechos considera que no ha quedado probado que fuera ella la autora de dicho guantazo, lo que vulnera el principio de presunción de inocencia.
El tribunal argumenta que ciertamente está acreditada la lesión que sufrió la víctima fruto del guantazo recibido, pero no se identifica al autor más que por la versión de los hechos del denunciante.
Versión que se contradice con la de la propia camarera y la de uno de los testigos de la discusión en el local que aseguró en el juicio que fue otra persona (sin identificar) la que le propinó un tortazo. De hecho, varios clientes presentes en ese momento trataron de defender a la mujer, extremo que no negó el denunciante.
Así las cosas, la Audiencia Provincial entiende que entre las versiones de los hechos existe una duda razonable por lo que le absuelve de la condena inicialmente impuesta.