La mayor parte de la gente encuentra fácil inflamar sus pasiones frente a sucesos anecdóticos que no van a ninguna parte
Marga Estrada | Martes 09 de junio de 2020
La mayor parte de la gente encuentra fácil inflamar sus pasiones frente a sucesos anecdóticos que no van a ninguna parte. Un intercambio público de acideces y exabruptos, un zasca, son inmediatamente comentados, analizados y repetidos en cada medio de comunicación y cada muro de cada red social, y sin embargo, las cuestiones verdaderamente trascendentes, aquellas que realmente afectan al devenir de los acontecimientos, quedan sepultadas por ese sin fin de banalidades que nos mantiene ocupados.
Ayer se publicaba la noticia del "reparto de la ayuda a las Comunidades para el COVID 19", y , como nos tiene acostumbrados este gobierno, se irá matizando entre hoy y los próximos días (entre otras cosas para que nadie sepa a qué atenerse). Lo que sabemos, como sabíamos antes de que saltase la noticia, es que la Región de Murcia vuelve a verse perjudicada en la distribución. Al fin y al cabo, esa es la estrategia de Sánchez. Estrangular en lo que pueda a las comunidades que no son de su cuerda, generarles problemas como si no fuesen parte del todo del que él es responsable.
Incluso las palabras que se usan para hablar de estas partidas son engañosas. "Reparto de ayuda". Como si fuese una dádiva que el Estado otorga "gratuitamente" y ante cuyo reparto no se puede protestar sin caer en la ingratitud y el victimismo porque "encima que te dan".
No, no es una "ayuda", es un fondo de reacción ante la emergencia. Recursos económicos que se adelantan, pero que no dejan de salir de la olla común, por lo que las desigualdades en la distribución vienen a acumularse a todas las desigualdades anteriores, empobreciéndonos como siempre.
Murcia ha reaccionado bien ante esta crisis sanitaria, y no se le perdona. Desde el gobierno central harán lo que puedan para evitar que la gestión popular y las iniciativas del empresariado murciano pongan esta región por delante de otras, y por si esto no fuera suficiente, el Señor Diego Conesa, siempre obediente para tratar de ganar puntos con Sánchez, nos manda callar desde su Twitter y nos llama desleales y victimistas por no hacer palmas con las orejas por las migajas que nos dejan las políticas socialistas.
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