Colaboraciones

Una trampa

Aunque nuestras fuerzas de seguridad, los psicólogos y los expertos están siempre vigilantes con este tipo de delitos, el confinamiento supone una situación todavía más delicada y difícil a la hora de poder detectar estos abusos

Antonio García Martínez | Domingo 19 de abril de 2020


Desde que empezó todo esto nos hemos recluido en casa siguiendo las indicaciones de las autoridades competentes. Las casas, esos mundos propios, con las cosas como nos gustan, los productos que nos gustan, la gente que forma parte de nuestro día a día. Mi madre siempre decía que como en casa en ningún sitio, pero a ella y a mí nos encantaba salir, aunque también nos encantaba volver. No obstante estos días se está poniendo en relieve que para muchas personas sus casas no son para nada un refugio, mucho menos un lugar seguro, más bien están significando un infierno para muchas mujeres en nuestro país.

El sábado por la mañana suelo emplearlo en leer algún libro, cocinar o limpiar, pero este me ha tocado pasarlo descubriendo la cruda realidad de no pocos hogares. Entro al Facebook, miro las noticias y pum, en la cara, “Detenido un hombre tras agredir a su pareja en Alhama”. Parece ser que además de la pandemia vírica que estamos sufriendo nuestro país sigue lidiando con otra que arrastra desde hace tiempo, el machismo.

El Consejo General del Poder Judicial pone a disposición de los ciudadanos unos números de “aúpa”. Desde que se decretó el estado de alarma las llamadas al 016 se han disparado hasta un 47% con respecto al mismo periodo del año anterior, todo esto podría tener incluso una lectura positiva, podríamos pensar que muchas mujeres están rompiendo con ese maltrato, pero la realidad es que las denuncias han caído en picado, o lo que es lo mismo, muchas mujeres se dan cuenta ahora, viéndolo de frente, de los maltratos que sufren diariamente aunque les es imposible escapar de esta situación por las condiciones excepcionales que vivimos. “Les cuesta más dar ese paso de denunciar la violencia precisamente porque están siendo controladas continuamente por el agresor en estos días”, así lo explica Ángeles Carmona, presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del CGPJ.

Aunque nuestras fuerzas de seguridad, los psicólogos y los expertos están siempre vigilantes con este tipo de delitos, el confinamiento supone una situación todavía más delicada y difícil a la hora de poder detectar estos abusos. La Policía Nacional y la Guardia Civil han alcanzado las 83.341 acciones de protección y vigilancia a víctimas de violencia machista durante el primer mes del estado de alarma (datos del Ministerio de Interior).

El Gobierno ha llegado a habilitar incluso números de Whatsapp para apoyar psicológicamente a estas víctimas durante este periodo de alerta, números que me tomo la libertad de dejar aquí: 682916136 y 682508507. Las autoridades judiciales de nuestro país avisan de que los procesos por violencia de género no se han paralizado, y se consideran un servicio esencial de la Administración de Justicia, y por lo tanto no se han suspendido. Recordar, como siempre, que el teléfono 016 no deja rastros en facturas ni registros, es gratuito y sigue a disposición de todas las mujeres que puedan ser víctimas de maltrato.

Yo desde pequeño tuve la suerte de recibir una educación en la que me enseñaron que el maltrato estaba terminantemente prohibido, y más allá de aquello, me enseñaron que debemos ayudar a todas las personas que lo sufren. En lo que llevamos de año han sido ya 18 las asesinadas por sus parejas o ex parejas, y creo que en estos días, en los que todos tenemos algo de tiempo libre en casa, deberíamos pensar cómo luchar juntos contra esta lacra que sigue asolando nuestro país.

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