Juan José, el párroco de la iglesia de San Bartolomé, explica que este sábado, "en plena crisis de coronavirus, un grupo de voluntarios de Cáritas Parroquial y Protección Civil conjuntamente han realizado una labor encomiable".
Ese día, desde primera hora, han comenzado a clasificar, cargar y distribuir alimentos para 33 familias necesitadas de inmigrantes y españolas que residen en Librilla. "Han ido casa a casa de estas familias llevándoles su aportación", explica el párroco.
"Es de agradecer lo que estos voluntarios de Cáritas y Protección Civil de Librilla están haciendo por las personas desfavoracidad, porque eso signidiva que uno es más grande cuando piensa en los demás más que en sí mismo", señala Juan José. Y añade que "eso en cristinano significa que han entendido muy bien esas palabras del Señor: 'Tuve hambre y me diste de comer... conmigo lo hicísteis".
El párroco finaliza su mensaje dando su "más cordinal enhorabuena por el gesto de nuestros voluntarios de Librilla. Hoy estas 33 familias ayudadas se habrán sentido un poco más aliviadas dentro de la situación precaria que están atravesando".
Y propone "un brindis por la buena gente que piensa en los demás".
Los alimentos, almacenados en los bajo de la Casa Parroquial, proceden del Fondo de Ayuda Europea para las personas más desfavorecidas que residen en la localidad. La comida llega a través de la Federación Española del Banco de Alimentos, en concreto de la sede que éste tiene en Murcia.