Unos días es poeta, otros pintor y a veces narrador. En esta última faceta, el artista librillano Antonio Soto Alcón ha escrito 'El medidor del tiempo', un libro con textos de desigual extensión y de la más diversa temática. Su propuesta narrativa comprende desde el flash expresivo de un par de frases para describir una escena o una situación hasta el cuento con una historia más desarrollada, como la que da título al libro..
Más breve en unos casos y menos excueto en otros, Antonio Soto vuelve a demostrar con esta obra la "capacidad que tiene para transformar sus ideas, sus emociones, sus pensamientos y sus sentimientos y hacer converger diferentes disciplinas con fines estéticos y expresivos". Así lo manifestó Ginés Rubio, amigo del escritor, este jueves en la presentación de 'El meditador del tiempo' en la Casa de la Cultura de Librilla, tras la intervención de la alcaldesa, Mar Hernández.
"En 'El Estigma', uno de los textos que se recogen en este libro, se afirma que el jardín de la creatividad pertenece a unos pocos. Y Antonio se encuentra entre los elegidos", aseguró Rubio.
Una ola hacia lo desconocido
"Sólo el título ('El meditador del tiempo') ya nos hace intuir algo bueno. Antonio se va deslizando como una ola, del modo mágico que el sabe hacerlo. Libera todo su potencial creativo en esta obra", afirma el crítico literario José Belmonte en el prólogo. "Es un libro existencial que se adentra en temas como el amor, el alma, la memoria, los sueños, el pensamiento, la libertad, lo sobrenatural, la locura, la belleza, el destino, la soledad, el miedo, la razon de nuestra existencia, el dolor, la enfermedad, la muerte... Pero esa ola es una ola de largo recorrido.
Desconocemos a dónde se dirige y a dónde nos llevará porque la imaginación es libre y en Antonio, sorprevisa. Nos queda mucho por ver, por sentir y por admirar de Antonio", asegura Belmonte.
En su opinión, esta obra de Antonio Soto "es un libro variado en cuanto a sus temas, compacto en cuanto a su estilo, y conserva esa unidad interna que todo buen libro debe mantener intacta de principio a fin".
De lo local a lo universal
"Podría haber presentado este libro en Murcia, en Lorca o en Cartagena, pero yo quiero que siempre mis libros se presenten por primera vez aquí, en Librilla", empezó su intervención Antonio Soto.
"José Belmonte habla en el prólogo de quién soy yo, que soy un campesino cosmopolita, dice él. Cosas raras. Que nunca me olvido de mi pueblo, que siempre estoy muy apegado a mis raíces y eso a mí me enorgullece mucho. Si este prologuista, este Pepe Belmonte, ha visto eso en mí, es buena señal", señaló Soto.
El escritor librillano explicó que "de lo local sale lo universal, es decir, lo local da lugar a lo universal, si en bueno claro. Por mucho que uno nazca en Nueva York, si no es bueno, no es bueno. Y si uno nace en Librilla y lo que hace gusta, a lo mejor tiene algún recorrido".
Soto describrió 'El meditador del tiempo' como "un libro muy variado en temas. No es una novela exactamente, es un libro de relatos". Y, además de diversidad en el contenido, también se caracteriza por la ironía con la que ha sazonado algunas de esas historias. "Si despierto sonrisas en quienes lean estos pequeños relatos, pues mejor que mejor, porque la vida está llena de penas, de amarguras... Siempre da gusto sonreír un poco y si es con la literatura, con la buena literatura, pues mejor que mejor".
Sin embargo, la sonrisa no está garantizada en todos sus relatos. Algunas de estas historias son una puerta de entrada a la meditación, la reflexión o el ejercicio filosófico, como ocurre con 'El río del fin del mundo', uno de los relatos que leyó Soto durante la presentación.
"El día tocaba a su fin, cuando bajé al río. Entonces, comenzó la noche a la orilla de su corriente. Éramos muchos los que contemplábamos el eterno fluir de sus aguas. Al fin, apareció el barquero, un anciano de aspecto frágil, que nos hizo colocar en fila, nombrando sólo a los elegidos. Una vez que la barca estuvo completa, cogió los remos y con una agilidad asombrosa, comenzó a cruzar con lentitud el río. Los demás, allí nos quedamos, esperando su regreso"
Luego siguieron 'El hombre de la Luna', 'Edelfa', 'El libro del amor', 'La promesa', 'El extranjero', 'La sirena'... y 'El meditador del tiempo', que da nombre al libro y cuya lectura por el propio Antonio Soto se puede ver en el video de esta noticia.