No fue una noche tranquila en el bar Los Olmos. La música frenética, las letras reivindicativas y de protestas, el protagonismo de las trompetas, la locura de la batería... El concierto de este sábado de Red Globe hizo muy difícil permanecer impasible en el asiento sin que las piernas y los brazos comenzaran a moverse al ritmo de esta increíble banda.
La actuación de éste grupo viene a sumarse a las de las últimas semanas, todas ellas, con una característica común: la buena música y el acierto de ofrecer algo mucho más fresco y dinámico que lo que habitualmente ofrecen las radios.