Educación

Un 10% de los niños procesa la información de modo especial

Dos estudiantes de cada clase presentan un trastorno del neurodesarrollo que afecta al aprendizaje. "No se curarán nunca porque no hay nada que curar, no están enfermos", afirma la psicóloga Ana Salas Rodríguez, del Gabinete GLEP

Sábado 02 de marzo de 2019


Son niños que, en el mejor de los casos, alcanzan con mucha dificultad el nivel de académico medio del resto de sus compañeros. Presentan un retraso en el aprendizaje, representan un 10% del total y, por término medio, puede haber dos o tres por cada clase. Necesitan una ayuda especial, pero los primeros en ser atendidos son sus padres, que llegan angustiados y muy preocupados a la consulta de los especialistas. El primer objetivo: asumir que sus hijos no se van a curar nunca, sencillamente porque no están enfermos; pero hay que aprender a entenderlos porque presentan un trastorno del neurodesarrollo.

Sobre este asunto habló la psicóloga Ana Salas Rodríguez, del Gabinete GLEP, en la charla organizada por la FAPA dentro del ciclo de conferencias Escuela de Padres, que el pasado jueves se celebró en el EIS Miguel Hernández. Precisamente gran parte la intervención de esta profesional se basó en sus experiencias como psicóloga en su consulta con padres desesperados y confusos ante las dificultades de aprendizaje de sus hijos. De hecho, éste es el primer asunto que se trata en estos casos. "Me parece imprescindible atenderlo", asegura Sala, ya que muchas veces están desbordados y la angustia les hace tener poca paciencia. Es necesario atender primero a los padres porque éstos van a ser un apoyo imprescindible para los niños.

Los padres tienen que entender qué está sucediendo, asumir primero las dificultades de sus hijos para luego ayudarles a desarrollar otras capacidades. "Estos niños tiene dificultades, pero sus hijos son más que sólo esas dificultades, son muchas potencialidades. Estos niños tienen otras potencialidades, muchos recursos que hay que potenciar. Además, las dificultades específicas del aprendizaje evolucionan, van transformándose", explica Salas.

Precisamente, esos cambios hacen más difícil aún el diagnóstico para planificar cómo actuar ya que las reglas generales no sirven. Estos niños necesitan unas reglas específicas para cada caso. "Es importantísima la coordinación entre el colegio, el equipo de orientación, el maestro, la familia... para aunar toda la observación y toda la evaluación con el objetivo de ver cómo es ese niño, establecer reglas, acordar cómo ponerlas y saber qué hacer en cada caso", explica la psicóloga Ana Salas.

Sin embargo, no siempre es fácil conseguir ese objetivo, que en muchas ocasiones puede sonar a utópico, "pero ésa es la dirección, ése es el objetivo", insiste Salas.

Colegio y instituto
"Probablemente, la peor época para un niño con dificultades específicas de aprendizaje sea la del colegio y el instituto. Después, si se sabe potenciar las habilidades de estos alumnos, pueden dedicarse a mil actividades. El problema es que todo el sistema educativo tiene como instrumentales las áreas de lengua (escritura y lectura) y matemáticas, y son precisamente estas materias troncales dónde estos niños tiene dificultad", explica Salas.

Podría pensarse que conseguir que estos alumnos aprueben por sí mismos estas asignaturas troncales sería una prueba evidente de que el problema está superado. Sin embargo, afirma la psicóloga Ana Salas, "las dificultades del aprendizaje no se curan porque no son una enfermedad. Son un trastorno del neurodesarrollo. Afectan a la manera de procesar información, de percibir, a la manera de funcional a nivel neuronal. No se curan porque no hay nada que curar, no son una enfermedad".

Los niños con dificultades específicas del aprendizaje procesan la información de un modo distinto al resto. Hay que entenderles y poner a su disposición los medios para que cada uno de ellos pueda desarrollar sus capacidades teniendo en cuenta sus propias dificultades.

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