Nombres que merecen no olvidarse jamás: Manuel Sánchez Vivancos, nuestro ‘Manco de Tikún’, Augusto Gil de Vergara y Leiva, José García García, Miguel Sánchez Vivancos, Manuel García Díaz, Julio Ballester Belchí, Pedro Ramírez Martínez, Laureano Andreo Hernández, Antonio Martínez Baños, Alfonso Cano Basortelano, Joaquín Buendía Serrano, Diego Martínez Llamas, Fernando García Peña, Francisco Cánovas, Simón Fernández, Manuel Sánchez Cánovas, José Ruiz Montoya, Miguel Encino y Francisco Cano Ruiz, entre otros muchos. Símbolos de valor, entrega y amor a su patria.
Al ver sus fotografías, cartas y recuerdos, es inevitable sentido orgullo, emoción y gratitud. Orgullo por lo que representaron. Emoción por las historias que tienen detrás y por sus descendientes, que han sabido mantener vivo su legado durante un siglo. Y gratitud por haber defendido con valor la causa para la que fueron destinados.
Mi reconocimiento a quienes han hecho posible este acto tan sentido: a los cronistas, historiadores, hijos y nietos de tan ilustres alhameños, por mostrarnos que nuestro pasado no está solo en los libros, sino en quienes nos dejaron con su legado lo que hoy somos, en sus familias y en el sentimiento colectivo de todo un pueblo.
Que este centenario nos recuerde que la paz y la libertad se construyen cada día con memoria y respeto.