En su mayor parte, las imágenes están protagonizadas por jóvenes que nos miran alegres a los ojos. Muchos de ellos posan en actitud animada y divertida. Otros nos contemplan entre sonrientes y asombrados, como si pudieran contemplarnos desde el pasado. Parece que estuvieran a punto de saltar de las fotografías para mezclarse con los vecinos que estos días celebran las fiestas del Barrio. De hecho, al contemplar esas imágenes para algunos es como si se miraran en un espejo que les muestra cómo eran hace décadas ya que son ellos mismos en blanco y negro, pero con un aspecto mucho más juvenil.
El recorrido por este puñado de fotografías es un viaje a la nostalgia debido a un tiempo que ya no volverá; y a una invitación a la alegría al reconocerse a sí mismo en las imágenes o al reencontrarse con familiares y amigos en momentos que regresan vivos a la memoria como si hubieran ocurrido ayer mismo.