Los hechos ocurrieron a finales de 2022, concretamente entre la Nochebuena y la Navidad de ese año. Durante ambos días las instalaciones permanecieron cerradas. Se produjo la avería en el sistema de refrigeración y los responsables de la empresa no se percataron de lo sucedido el día 26, cuando regresaron a sus puestos de trabajo. El aumento de temperatura que se produjo en la cámara frigorífica durante esos dos días hizo que se estropeara el brócoli almancenado, que sólo se pudo utilizar para alimentar al ganado.
La compañía aseguradora señaló que lo ocurrido era responsabilidad de la empresa agrícola porque ésta contaba con los medios suficientes para detectar a tiempo el problema en el sistema de refrigeración. Por esa razón, añadió, con una mínima atención, se podría haber evitado que se echara a perder la mercancía.
Sin embargo, el juez considera que esas afirmaciones carecen de sustento probatorio. Y afirma que la empresa actuó al percatarse de la avería, se puso en contacto con un técnico para su reparación, trasladó el brócoli a otras cámaras frigoríficas y trató de vender el producto para congelado.
Finalmente, la aseguradora deberá pagar a la empresa agrícola 72.000 euros por la pérdida de los 109.700 kilos de brócoli.