Más tarde, a las 13.35 horas, tres de esos contenedores estaban llenos de material voluminoso procedente de una obra.
"Con esta acción, su autor ha conseguido eliminar de un plumazo tres contenedores destinados a los residuos sólidos urbanos de nuestros vecinos, pero se ha ahorrado tener que pagar un contenedor de residuos para obras y casi seguro que también la licencia de obras", indica la Policía Local de Librilla.
No obstante, los agentes recuerdan que este tipo de contenedor es para depositar los residuos sólidos urbanos. No son para echar residuos industriales o residuos procedentes de obras. Y señalan que esta acción se sanciona con multas de entre 2.001 y 100.000 euros.