La escritora afirma que el mundo necesita que los seres humanos expresen sus sentimientos, que recuerden cómo se llora. Y exclama: "Llorar. ¡Qué alegría más grande!"
Me preocupo, ya no lloro.
Hubo un tiempo en que lloraba.
O no tengo sentimientos
o es que no me quedan lágrimas.
Llorar. ¡Qué falta me hace!
Llorar como yo sabía,
como lloran las personas,
como el mundo necesita...