Pasadas las 10:15 horas, los alumnos de los primeros cursos han salido con su maestras vestidos del caramelos mientras se escuchaban los sonidos y canciones características de las procesiones.
Luego ha sido el turno de los nazarenos del paso morao, que han desfilado con capas amarillas, tambores y algún chupete.
A continuación, han procesionado los coloraos, con túnicas naranjas y saludando cuando veían algún conocido entre el público, formado su mayor parte por padres, madres y otros familiares de los pequeños.
Seguidamente ha hecho aparición la Legión, que ha desfilado con paso firme, pero sin su característico ritmo de 160 pasos por minuto. Una vez formados, varios legionarios se han echado al hombro el trono del Resucitado para iniciar la procesión.
Tras dar dos vueltas al patio, han esperado sentados la salida del trono de la Virgen de los Dolores, que este año ha sido portada por los armaos.
Y poco después se ha vivido uno de los momentos más emotivos de la mañana, cuando la Virgen se ha encontrado con su Hijo Resucitado y ha caído su manto de luto. En ese instante, las madres y padres han comenzado a aplaudir mientras los niños hacían bailar los tronos al ritmo de la música.