Las pruebas de ADN realizadas en el Instituto de Medicina Legal de Murcia han hecho posible su identificación.
La localización de los restos se produjo durante las fuertes lluvias de la pasada semana. El agua dejó al descubierto parte de un cráneo en las proximidades de una rambla, en un paraje abrupto.
Unos vecinos encontraron los huesos y alertaron a la Guardia Civil al sospechar que pudieran ser humanos.
Agentes de la Policía Judicial se desplazaron al lugar para hacerse cargo de la investigación. Más tarde, guardias civiles del Grupo de Montaña hallaron el resto de los huesos en otra zona más elevada de la sierra.