El partido comenzó muy errático para ambos equipos, pero los colegiales enseguida consiguieron abrir un hueco considerable en el marcador a base de físico.
Como suele ocurrir, nuestros chicos hicieron frente y no se arrugaron para reducir esa distancia, hasta conseguir ponerla en cuatro puntos a falta de escasos segundos, gracias principalmente al acierto exterior, muy ausente a lo largo de los primeros periodos del partido, y que, últimamente está siendo un problema recurrente pese a ser una de nuestras señas de identidad.
Pese a la derrota, los chicos siguen mostrando una actitud ganadora, que de seguro nos ayudará a volver a encontrarnos. Nos toca una semana de descanso para volver a enfrentarnos en casa a unos viejos conocidos: Molina Wolves.
LOS CABEZOS C.B. SIERRA ESPUÑA 61-67 C.B. SANTO ÁNGEL NEGRO