San Antonio Abad fue un monje cristiano que, según la tradición, tenía un gran conexión con el mundo natural y los animales, de los que cuidó durante los años que pasó en el desierto realizando vida de ermitaño.
Este año, Francisco Valero, cura de la Iglesia de La Concepción, ha sido el encargado de llevar a cabo la bendición en sustituición del párroco Ismael Sánchez. A las cinco en punto de la tarde, un grupo de propietarios de mascotas se ha congregado ante la Iglesia de San Lázaro para participar en el acto, que ha concluido con los animales rociados con agua bendita.
Al finalizar el acto, después del rezo del Padre Nuestro y antes de la bendición final, el cura Francisco ha recordado a los dueños que los animales la responsabilidad de cuidado y atención que asumen cuando deciden tener una mascota.