Sucesos

Cuatro encapuchados atracan la gasolinera de Cepsa con dos cuchillos

(Foto: LMM).

Los delincuentes se llevaron unos 500 euros en efectivo. Ninguna persona resultó herida de gravedad. El propietario de la estación de servicio sufrió algunos rasguños en el brazo

Jueves 10 de enero de 2019


Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Alhama tratan de identificar y detener a los individuos que este sábado atracaron la gasolinera de Cepsa situada frente a la factoría de ElPozo. El robo tuvo lugar sobre las 20:00 horas y, afortunadamente, ninguna persona resultó herida de gravedad. Sólo el propietario de la estación de servicio sufrió algún rasguño en un brazo al enfrentarse a los ladrones.

Los autores del atraco fueron, al menos, tres individuos que actuaron con los rostros tapados. Llegaron en un vehículo de medianas dimensiones y se dirigieron al interior de la gasolinera. Allí, amenazaron con un cuchillo al único empleado que había en ese momento, el dueño de la estación de servicio, y se llevaron gran parte de la recaudación y una máquina expendedora de tabaco. En total, el botín ascendió a unos 500 euros.

A continuación, los individuos se dieron a la fuga.

La gasolinera se encuentra muy cerca de la salida de la autovía, por lo que los delincuentes pudieron emprender la huida con facilidad, sin necesidad de entrar al municipio.

De hecho, escaparon en dirección a Librilla. Y, precisamente es este municipio, se les estropeó la furgoneta. Los atracadores sustrajeron un nuevo vehículo y traspasaron su botín de una a otra furgoneta. Sin embargo, en la maniobra dejaron olvidados 200 euros y varias cajetillas de tabaco.

Otra versión de los hechos apunta a que los atracadores eran un total de cuatro, entre los que había una mujer. Actuaron perfectamente coordinados, ya que dos se dirigieron directamente hacia el mostrador mientras los otros se hacía con la máquina de tabaco y la transportaban al interior de la furgoneta.

Los dos inviduos que se dirigieron al mostrador, se apoderaron de la recaudación y uno de ellos se enfrentó al único empleado que estaba en la gasolinera en ese momento, el dueño de la estación de servicio. Luego, tras hacerse con el botín, se dirigieron todos a la furgoneta y desaparecieron. El atraco duró unos cuarenta segundos y parecía perfectamente planificado porque cada delincuente se dirigió hacia un lugar del establecimiento para realizar una acción concreta sin casi intercambiar palabra.

Los delincuentes llevaban sus rostros cubiertos y utilizaron guantes para no dejar huellas.

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